Soy un hombre divorciado de 36 años. La cuarentena me afectó mucho, a pesar de que por dicha estoy en teletrabajo. No salir de la casa como que me deprime. Por eso, decidí, por primera vez en mi vida, hacer ejercicio, al inicio era poquito porque me cansaba, pero ahora puedo hasta tres sesiones por día. Mis amigos me dicen que soy un adicto al ejercicio. He leído sobre el tema, pero no me queda claro.

Soy un hombre divorciado de 33 años. Tengo tres meses de salir con una muchacha y para mí es muy importante la seguridad en materia de anticoncepción. Ella usa la inyección mensual pero la doctora le dijo que tiene que cambiar, y debe tomar la pastilla en estos días. Yo le había escuchado a usted decir que cuando se hace este tipo de cambios es recomendable usar el codón, pero no me acuerdo por cuantos días.

Soy una mujer soltera de 22 años. No he sido muy estricta con el uso del preservativo a pesar de que he estado con bastantes parejas. Hace quince días me noté una verruga que mide menos de un centímetro, está ubicada en la ingle, diría que está más en la parte de la pierna que en la zona genital, por eso me queda la duda de si será por el virus del papiloma o si hay verrugas que sean por otras causas.

Soy una mujer soltera de 27 años. En esta cuarentena me ha pasado de todo. Me quedé sin trabajo, tuve que dejar el apartamento, y ando en apuros económicos. Tras de eso yo siempre he sido muy nerviosa, así que no salgo de la casa, porque me da pavor infectar a mis padres. A los 22 años me salió un brote de herpes con ampollas y ahora que no tengo relaciones sexuales desde enero, me volvieron a salir.

Soy un hombre de 27 años. Siempre fui un mujeriego de primera. Hace cuatro años conocí a la que es mi pareja y como dicen “de esa cama no me levanto”. Yo me siento muy contento, y creo que ella también, pero mis amigos dicen que lo mío no es amor, sino que lo que los dos tenemos una dependencia emocional. Yo salgo con mis amigos, pero ya no como antes, y para colmo ya casi ni tomo, entonces como que no lo ven bien.

Soy una mujer soltera de 34 años. Veo tanta gente que “se corta las venas” porque rompieron una relación o porque no consiguen pareja. Yo no me complico la vida, vivo sola y yo sola me las arreglo, no necesito a nadie para estar bien. Algunas personas me dicen que soy una amargada, pero yo me siento bien, así como estoy. No creo que el sexo ni eso que llaman amor o cariño sean necesario para ser feliz.

Soy una mujer de 30 años en unión libre. Con esto de la cuarentena, dejé de ir al gimnasio, pero para no perder la forma comencé a hacer una hora o hasta más de bicicleta estacionaria. Llevo casi dos meses con esta rutina, pero en este tiempo he tenido cuatro infecciones urinarias y cuando me dan las infecciones no puedo tener relaciones porque me duele y me arde.  Antes, rara vez me sucedía una infección de este tipo.

Soy un joven soltero de 23 años. En estos días yo me he sentido muy confundido porque la ciencia dice que los jóvenes no somos de riesgo, pero ayer, se murió un muchacho de mi edad y que no padecía de nada. Eso me asustó mucho porque yo vivo solo y la verdad no me he cuidado, salgo como si nada, ni cumplo con ninguna medida porque pensé que no me podía afectar, pero con esa noticia ya no sé ni qué pensar.

Soy un joven soltero de 24 años. Siempre he sido muy escrupuloso con mi salud y mi higiene. Estuve leyendo en varios sitios de internet que algunas infecciones de transmisión sexual se pueden adquirir de otras formas que no son el sexo. Eso me preocupó, pero más aún cuando mencionan que con los besos se puede uno contagiar con el virus del herpes, porque no existen condones o protectores bucales que lo prevengan.

Soy un joven soltero de 30 años. Hace unos días publicaron en esta columna la pregunta de un joven sobre el herpes y los besos. Yo acabo de empezar con una compañera de trabajo, y solo hemos tenido besos y caricias, pero nada íntimo. Pero comencé con un brote en la boca y viendo las lesiones son muy parecidas a las que se describen en internet como las que causa el herpes. Yo había tenido un brote así, pero antes de iniciar mi vida sexual.

Uno de los problemas sexuales más frecuentes en nuestra sociedad es la eyaculación precoz. Ocurre cuando el hombre no puede controlar la salida del semen, de tal manera que termina sumamente rápido, al punto de no dar tiempo a la mujer de experimentar el placer y el deleite de la relación sexual.

Soy una mujer divorciada de 35 años. Yo me separé hace dos años y aunque mi esposo ha querido que vuelva, siempre le he dicho que no. Desde entonces no he tenido relaciones, pero hace un mes tuve un pequeño accidente y él se quedó en la casa y tuvimos relaciones. Hace ocho días no me bajó la regla y hoy me hice la prueba y sale positiva. ¿Es posible que uno se embarace con una sola relación sexual?

Soy una mujer soltera de 28 años. Yo estaba embarazada, tenía ya casi ocho 8 semanas, empecé a sangrar y se me vino el bebé. Donde yo vivo hay muchos casos de COVID 19, pero en mi casa nadie ha tenido síntomas, Yo no le entendí a los doctores lo que me dijeron en el hospital, creo que dijeron que a veces el CORONAVIRUS puede dañar al bebé, sin que la mamá tenga síntomas. Ellos hablaron de estudios recientes, pero no me quedó claro.

Soy un hombre soltero de 25 años. Por mi formación religiosa y mis principios morales no he tenido relaciones sexuales, mencioné esto porque padezco de un dolor testicular muy fuerte que a veces no me deja hacer ejercicio. He consultado y siempre lo relacionan con una enfermedad venérea, que no es posible en mi caso y no le han encontrado la causa. Mi papá padece de piedras en el riñón y leí que se puede heredar y no sé si será la causa de mi problema.

Soy un hombre casado de 33 años. Tengo seis meses de casado y me di cuenta de que el matrimonio no es para mí. Soy de los hombres que no pueden estar con solo una mujer. Siempre creí que con el condón uno estaba totalmente seguro, pero me parece haberle oído a usted que el preservativo no da protección total. Yo siempre lo uso, y siempre creí que estaba totalmente seguro y aunque soy liberal no quiero contagiar a mi esposa.

Soy un hombre soltero de 33 años. Hace unas cuantas navidades escribió un lector con el que yo me identifiqué. Él dijo que se sentía como el Buky, solo en navidad y luego con las recomendaciones de ir a terapia, logró superarlo. Yo siempre me he sentido igual. Vivo con mis padres, pero ellos están mayores y ahora con la PANDEMIA me he dado cuenta de la verdadera importancia de tener una pareja a mi edad.

Soy un hombre soltero de 47 años. Siempre he sido un pizote solo. Soy de pocos amigos, no vivo con nadie y no tengo, casi, relación con mi familia. Nunca quise formar una familia, porque no soy de andar con amistades ni en bullicios. Siempre creí que había aprendido a vivir solo, pero con esta PANDEMIA, se me ha hecho muy difícil. Paso solo en la casa porque hago teletrabajo, por lo que casi no tengo contacto con nadie.

Soy un hombre soltero de 57 años. Mi esposa es casi ocho años menor que yo. Desde marzo se le fue la menstruación y ahora está con calores, cansancio, y sexualmente no quiere nada aun cuando siempre fue muy activa en la intimidad. Así hemos pasado toda esta cuarentena, y no quiere consultar por miedo a un contagio. Estos días han sido como vivir con otra persona, dejó de ser jovial y “hablantina” y pasa callada y triste todo el día.

Soy una mujer de 32 años, vivo en unión libre. Mi esposo y yo estamos guardando la cuarentena porque los dos somos maestros y hacemos teletrabajo. Yo sé que el físico y el aspecto no son lo más importante en una relación, pero mi esposo desde que estamos confinados, no se arregla, pasa días sin bañarse, no se hace la barba tiene el pelo largo y a veces ni se cambia la ropa interior y eso me ha afectado mucho. Yo le hablo y él dice que así se siente bien.

Soy un hombre casado de 45 años. Hace dos años renuncié a mi trabajo y con las prestaciones puse una soda, con la que no me iba a hacer millonario, pero sí me daba para vivir mejor. Con las medidas de confinamiento, varios días no he podido abrir y cuando abro no llega casi nadie y esto me ha puesto económicamente al límite y aunque paso más tiempo en la casa, la presión de las deudas no me deja dormir, y sexualmente ya no levanto como antes.