MI HERMANA ME REGALÓ UN VIBRADOR
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Soy una mujer divorciada de 44 años. Tengo tres hijos y no cuento con la ayuda de mi exesposo. Tengo dos trabajos y eso más las faenas de la casa no me da tiempo para pensar en amores y romances. Mi hermana siempre me pregunta que si no me hace falta un hombre y yo le digo que no. En esta Navidad me dio un presente y me dijo que lo abriera en privado. Me regaló un vibrador y no me imagino usando algo así, y hasta me da miedo que sea peligroso.
Los vibradores siempre fueron mal vistos, se les consideraba objetos libidinosos que solo algunas personas utilizaban. Por mucho tiempo se les llamó consoladores haciendo referencia a que eran utilizados por aquellos que no tenían vida sexual y que se tenían que consolar sus ansias sexuales con estos dispositivos.
Con el tiempo los vibradores han venido acaparando la atención de las nuevas generaciones, y hoy se habla de ellos como juguetes sexuales, término que le da una visión más laxa, divertida y lúdica. Al punto que ya no se reserva su uso para personas sin pareja, sino que son muchas las parejas que los utilizan como auténticos coadyuvantes del placer sexual.
Los primeros consoladores eran “hechizos”, es decir eran fabricados a mano, casi siempre modificando objetos cotidianos, como por ejemplo el palo de una escoba, una botella, algunos alimentos como el pepino, el banano o similares, con los cuales sucedían con cierta frecuencia accidentes y lesiones.
Hoy la inmensa mayoría de los vibradores o consoladores son fabricados específicamente con ese fin y como tal están diseñados para generar deleite y son realizados con materiales especiales aptos para estar en contacto y fricción con los órganos genitales y como tal no representan un peligro.