Soy un hombre casado de 58 años. Leí un artículo suyo sobre la menopausia, en el cual explicaba que las mujeres podían tener muchos olvidos. A mí me está pasando lo mismo. A veces no me acuerdo de pasar por mi esposa, y es hasta después que me percato del despiste. Mi esposa cree que lo hago adrede, y esto me ha traído problemas de pareja y hasta se ha distanciado sexualmente, pero yo no lo hago a propósito.

Está bien reconocido que algunas mujeres con la menopausia comienzan a desarrollar cuadros de olvidos de diversos tipos producto de la ausencia de la acción de las hormonas ováricas sobre el cerebro.

 En los hombres estos olvidos también pueden ocurrir, pero no porque experimenten una “menopausia masculina”, sino que suelen ser otros factores los implicados en estos molestos despistes que ocurren en el cada día.

 Hoy sabemos que algunos problemas que impiden que llegue el adecuado aporte sanguíneo al cerebro, pueden afectar diversas áreas del sistema nervioso encargadas de la memoria y los recuerdos. De igual manera, enfermedades como la presión alta, la diabetes, y los colesteroles altos, cuando no son tratados adecuadamente, también suelen pasar factura generando problemas para recordar.

 En estos casos es común olvidar por ejemplo donde están las llaves, ir a una habitación y olvidar la razón, también hay dificultad en recordar nombres de conocidos, y en media conversación se olvidan palabras comunes, así como se olvidan rutinas diarias o periódicas como en este caso recoger, como siempre, a la esposa.

 Desde luego que es normal que esto nos pasa a todos en diversos momentos de la vida, pero cuando los olvidos se vuelven más frecuentes y ya provocan problemas en la interacción diaria, es momento de realizar una evaluación exhaustiva, destinada por un lado a encontrar la causa y tratarla y, sobre todo, para que los miembros de la familia entiendan que las fallas no son deliberadas, sino producto de un problema cerebral.