Soy un hombre casado de 57 años. Me inicié en el sexo teniendo relaciones en prostíbulos. Recuerdo que a los días de una relación, comencé con molestias y en el Ministerio de Salud, me detectaron una sífilis. También recuerdo que me inyectaron y me dejaron una cita, pero yo no fui. Ahora el doctor me dice que he tenido la infección desde esa época y que me ha dañado por dentro. Casi no lo puedo creer, y me preocupa si infecté a mi esposa.

La sífilis es causada por una bacteria, el treponema, que se transmite con las relaciones sexuales.

Una vez sucedido el contagio, es usual que 10 a 90 días después aparezca una úlcera indolora en los genitales, que desaparece aun sin tratamiento a las cinco semanas. Al mes y medio aparece un brote en la piel que no pica ni genera molestias, asociado a cansancio, dolor de garganta, dolores de cabeza, ronquera, pérdida del apetito, pérdida parcial del cabello e inflamación de ganglios que desaparece aun sin tratamiento a las seis semanas. El germen persiste en una etapa de latencia, hasta que años después se hace evidente porque ha dañado diversos órganos internos como el corazón, el hígado y el cerebro, entre otros.

Como en las primeras etapas las lesiones desaparecen espontáneamente, las personas tienden a creer que ya no tienen la enfermedad y no completan los tratamientos ni controles, dejando que la bacteria los afecte internamente y contagiando, sobre todo en los dos primeros años, a las parejas sexuales.

Por eso, cuando se hace el diagnóstico de sífilis, se deber asistir a las consultas hasta que el doctor dé el alta médica. Además, es recomendable informar a las diversas parejas que se han tenido a lo largo del tiempo, y desde luego, valorar a la pareja actual.