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ME ENAMORÉ DE UNA SUGAR BABY

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ME ENAMORÉ DE UNA SUGAR BABY

Soy un hombre divorciado de 34 años. Después de mi divorcio decidí no complicarme la vida. Cada cierto tiempo y cuando me alcanza el dinero, contrato una “sugar baby”. Son bonitas y me dan buen sexo. Hace como seis meses estuve con una muchacha que me encantó y la seguí contratando, pero creo que me estoy enamorando. No le he dicho nada, porque no sé si en un vínculo de este tipo se puede tener una relación formal.

Escribir al DR. Mauro Hoy

El término “sugar baby” tiene diversos significados acordes al país y aun en un mismo país. En general se refiere a mujeres muy jóvenes, mayores de edad, que mantienen una relación vivencial con una persona mayor a cambio de dinero. En su sentido original el vínculo era entendido como algo más que sexual, ya que estas mujeres suelen ser, además, acompañantes para actividades sociales, laborales entre otras, sin embargo, en muchos casos el vínculo es solo de carácter sexual.

Es claro que tanto quien contrata como quien es contratado, tienen claro que el nexo no es emocional, sino que tienen una relación remunerada que es la que impera y determina el vínculo. En algunos casos, sea él o sea ella, comienzan a desarrollar una atracción sentimental que a veces no es recíproca, situación que se debe respetar y en otras ocasiones sí es correspondida y da pie a que se establezca una relación de pareja.

Estos vínculos pueden ser auténticos y pueden perdurar a lo largo del tiempo en el tanto ambos comprendan que la relación ya no puede regirse con los mismos términos, en el sentido que ya no se trata de uno que paga y otro que complace y es ahí donde algunas de estas parejas tienen problemas para adaptarse, sin embargo, en el nombre del amor esos detalles pueden superarse.

 

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