ESTIRÁNDOME EL PENE SE ME DOBLÓ
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Soy un hombre soltero de 20 años. Por querer agrandar el pene estirándomelo, hice unos ejercicios que encontré en internet y más bien lo que me dejaron fue una lesión. Ahora tengo una torcedura que antes no tenía, y he perdido la firmeza de la erección. Ya no siento lo mismo. Además, en ocasiones me duele como punzones por dentro. Mi vida sexual ya no es la misma. Me arrepiento de haber hecho esos ejercicios.
Las diversas técnicas de estiramiento datan desde las primeras civilizaciones. Desde esos tiempos ancestrales se han utilizado para elongar diversas partes del cuerpo como los lóbulos de la oreja, el cuello, las fosas nasales, por citar algunos. En general casi toda la piel del cuerpo puede estirarse sin problemas, mientras que estructuras internas suelen romperse, desgarrarse y hasta sangrar con la distensión.
Eso es precisamente lo que suele suceder con el pene cuando es traccionado. Aunque la piel estira fácilmente, el resto de estructuras internas como las venas, las arterias, los nervios y las túnicas de fibras que lo envuelven, suelen lesionarse, pudiendo provocar múltiples repercusiones y molestias al momento del acto sexual.
Es común los problemas para conseguir la firmeza acostumbrada con la erección, así como una curvatura que puede incrementarse con el tiempo, al punto que puede impedir la penetración. También es frecuente el dolor que se acrecienta cuando inicia la erección, así como los movimientos de penetración.
En estos casos es recomendable consultar apenas se presentan las primeras manifestaciones, con el fin de evitar auténticos cuadros de impotencia, así como deformidades en el pene.