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MI MUJER CAMBIÓ CON EL TIRO DE LA ALMOHADA

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MI MUJER CAMBIÓ CON EL TIRO DE LA ALMOHADA

Soy un hombre soltero de 56 años. Tengo más de treinta años de casado y a mi esposa siempre le costó ser penetrada y llegar al orgasmo. Un día, viendo su programa, usted habló de la importancia de las almohadas para que la mujer pueda disfrutar diversas posiciones. Seguimos su consejo y mi esposa, que era tan quitada para el sexo, por primera vez en la vida comenzó a alcanzar los orgasmos con suma facilidad. Nosotros seguimos el consejo aunque no entendimos muy bien la razón.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Los órganos sexuales femeninos son sumamente complejos y contienen una enorme cantidad de fibras y terminaciones nerviosas, agrupadas en zonas distintas y encargadas de desencadenar el orgasmo. Estas fibras no tienen un patrón uniforme; es decir, su localización varía de una mujer a otra.

Por ese motivo, con las diversas posiciones sexuales algunas veces no se logra estimular de manera adecuada estas áreas, y la mujer, aunque disfruta los encuentros sexuales, no alcanza con facilidad el ansiado orgasmo. Esto se debe a que suele requerir una estimulación sexual muy precisa, y ese grado de precisión no se obtiene fácilmente con los cambios de posición.

En cambio, cuando se utiliza una, dos o más almohadas, de diferente grosor, colocadas debajo de la cadera, la mujer consigue la dirección necesaria de los movimientos de penetración para estimular de forma directa las zonas más sensibles de la cavidad vaginal.

Este es un viejo recurso que en el ámbito popular se denomina “poner una calza” y otros lo llaman el tiro de la almohada. Por eso, siempre recomendamos a los amantes contar con varias almohadas de varios tamaños y grosores, porque son auténticos aliados del amor.

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