PARECIERA QUE TENGO UNA HIJA RICA
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Soy una mujer separada, de 41años. Siempre veo sus programas y me parece muy acertado los comentarios que hace, sobre todo los referentes a los jóvenes. Yo tengo una hija de 19 años, y ella está terminando el bachillerato, pero solo quiere andar en conciertos, fiestas, y gasta mucho en ropa, celulares y demás. Ella no entiende que vivimos de mi trabajo, y hasta se enoja porque no puedo pagarle lo que muchas compañeras de ella tienen.
Estamos viviendo en una sociedad de mercado que ha convertido el consumismo en la norma social imperante, y todos somos presa de esas tendencias en menor o mayor grado, sin embargo, probablemente los adolescentes sucumben con más facilidad, por la existencia de campañas publicitarias dirigidas directamente a ellos.
Celulares, ropas, marcas, fiestas, conciertos, son vistos, casi como requisitos para estar en el mundo juvenil, sin entender, que eso solo lo pueden costear “algunos”, pero no las grandes mayorías. Son muchos los jóvenes que creen que “la vida es regalada” y hasta se quejan porque sus padres no les pueden comprar sus antojos y caprichos.
Por eso, es importante inculcarles a los hijos desde pequeños, quiénes somos, de qué vivimos, lo que nos cuesta “el pan nuestro de cada día”, y lo que en dinero representa esos gastos. Y que esa explicación sirva para que comprendan que, si estudian, si aprovechan el tiempo, si se preparan, podrán tener un salario que les permita algunos de esos “lujos”, digo algunos porque no hay plata que alcance cuando se bota en ostentaciones.
Son muchos padres que son hasta basureados por sus hijos porque no les pueden comprar cuanta “chochería” se anuncia, sin olvidar que nosotros los ticos, por definición, somos labriegos y sencillos, y que tenemos que resistir las modas de la riqueza. Por otra parte, todos sabemos los riesgos que corren nuestros jóvenes cuando se meten de lleno en los mundos de la fiesta, la parranda y la diversión.