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ES MEJOR COMPRAR LA CARNE QUE LA VACA

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ES MEJOR COMPRAR LA CARNE QUE LA VACA

Soy un hombre divorciado de 40 años. Me casé a los 23 años y nueve años después me divorcié, por dicha sin tener hijos. Para mí la vida marital fue un martirio, y creo que me casé, porque ella era muy guapa, pero con un carácter invivible. Hoy a mi edad mi consejo es que es mejor comprar la carne que la vaca, es decir, yo prefiero saciar mis ganas con prostitutas que verme envuelto en el enredo de una relación de pareja.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Las separaciones se han vuelto tan frecuentes, que muchos autores consideran que el divorcio debe ser considerado como una etapa más de la vida, es decir, como una fase del ciclo de vida del hombre occidental.

Esta alta frecuencia se explica porque en nuestra cultura la vida en pareja se ha convertido, para muchos, en un verdadero martirio, en el cual el diario vivir está satinado de discusiones sin sentido, ofensas, enfrentamientos y agresiones.

Algunas de estas parejas, aunque no supieron vivir juntos, sí fueron capaces de separarse de una manera cuerda y racional, por el contrario, en algunas la separación sucede en malos términos y prolonga el sufrimiento.

En algunos casos la experiencia es tan traumática que una vez disuelto el vínculo, se evita tener una nueva relación estable y más bien se opta por vínculos informales, pasajeros, o remunerados.

Los estudiosos consideran que este tipo de reacción es muy común, y en cierto modo es entendible, aunque usualmente es algo pasajero, con el tiempo la mayoría comprende que el vínculo de pareja abarca muchos más aspectos que la relación sexual y que una mala experiencia no es razón para vivir en soledad o renunciar a la vida en pareja.

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