FUNCIONA UN MATRIMONIO, SI ME CASO SIN ESTAR ENAMORADA
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Soy una mujer soltera de 22 años. Empecé con mi novio desde que estaba en el colegio y desde que empezamos lo vi más como un amigo al que quiero, pero no como un novio. El caso es que hemos estado todo este tiempo juntos y hace unos seis meses me propuso matrimonio. Yo lo quiero mucho pero no le tengo ese “amor” que dice la gente. Nos llevamos bien, pero no sé si un matrimonio así puede funcionar.
En nuestra sociedad el matrimonio tiene muchos objetivos y cada persona decide, abierta o tácitamente, lo que pretende de la relación marital. Desde luego, que la expectativa general es clara en definir que la vida en común, ante todo se establece por razones estrictamente emocionales. Querer y sentirme querido son las premisas bajo las cuales entendemos, hoy en día, el vínculo de pareja.
Sin embargo, aunque suene extraño es común que algunos opten por la vida marital por motivos ajenos al sentimiento. Unos señalan que se casaron para evitar la soledad, otros para mejorar sus finanzas, muchos por razones estrictamente sexuales, así como por el deseo de complacer a la familia. También están aquellas parejas que se casan, no porque lo desean, sino porque tienen mucho tiempo de ser novios, y consideran el matrimonio un siguiente paso ya preestablecido.
En estos casos es común que uno o ambos miembros de la pareja experimenten una sensación de vacío, de que algo falta, esa chispa, esa magia que hace de la relación de pareja algo muy diferente a cualquier otra relación que puede llevar a muchos a cuestionarse la separación, por el deseo de vivir el amor verdadero.