PREGUNTAS COTIDIANAS
CON LA MENOPAUSIA ME APAGUÉ
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Soy una mujer casada de 53 años. Leí en esta columna sobre una mujer que contaba que con la menopausia comenzó a disfrutar la sexualidad. A mí me pasó lo contrario. Siempre había disfrutado al máximo la vida sexual. Hace tres años dejé de menstruar y sentí que todo cambió. Me siento sin ganas sexuales, me cuesta lubricar, ya no llego al orgasmo y perdí el ánimo para todo. Mi esposo es muy comprensivo, pero ya ambos estamos preocupados.
La menopausia es la etapa de la vida en la que los ovarios dejan de producir hormonas, por lo cual ya no se menstrúa y se pierde la capacidad de tener hijos. La mujer responde de múltiples maneras a esta carencia hormonal, y en algunas se ve perjudicada la vida sexual. Así, es común que en esta etapa se presenten problemas sexuales, entre ellos disminuciones importantes en el deseo sexual, descensos en la lubricación, dificultades para conseguir el orgasmo, dolor y hasta sangrado con las relaciones sexuales.
También, se puede ver alterada la vitalidad, con síntomas como cansancio, pereza, agotamiento y cambios de humor, como irritabilidad o tristeza sin razón. Como se entenderá, todos estos cambios afectan no solo la esfera sexual sino también la vida en común, el área afectiva, además del desenvolvimiento social y laboral. Afortunadamente, en la actualidad disponemos de diversos preparados medicamentosos que nos permiten normalizar los niveles hormonales.
De esta forma, se revierte una buena parte de estos síntomas, y la mujer cuenta con la vitalidad necesaria para asumir las diversas faenas cotidianas. Además, puede recuperar el equilibrio emocional y el desempeño sexual.