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OPERADA Y ARREPENTIDA

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OPERADA Y ARREPENTIDA

Soy un hombre casado de 36 años. Leí su columna sobre la mujer que se sentía “fea de todo”, y quisiera contarle que mi esposa se hizo varias cirugías plásticas, varias en la cara, en la última hace casi un mes, quedó irreconocible, simplemente no es ella, y no es que quedara deforme, pero quedó rara. Ella está como deprimida y quiere volver a operarse, pero la doctora le dice que no más. En el sexo dice que no puede porque se siente un fenómeno.

Escribir al DR. Mauro Hoy

A raíz del artículo “fea de todo”, hemos recibido un sinnúmero de comentarios y preguntas, probablemente porque las cirugías plásticas se han vuelto una moda de manera que no solo se realizan para modificar un rasgo corporal, sino también para ostentar porque se han convertido en un signo de status.

Desde luego, que en muchos casos están indicadas ciertas cirugías y sin lugar a dudas los cirujanos plásticos hacen maravillas. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado cuando el deseo de operarse se vuelve una obsesión, porque múltiples cirugías conllevan múltiples riesgos para la salud y además pueden afectar la naturalidad del área operada.

Así a veces quedan zonas en que se nota que son operadas, otras en que desmejoran la apariencia, y en algunas en las que se afectan de forma radical, el aspecto. Sobran los ejemplos en el ámbito internacional de actores y actrices que se han operado reiteradamente y que el resultado ha sido desfavorable.

Ante estas circunstancias, se debe conversar con el cirujano plástico para que sea él quien determine qué es lo que procede desde el punto de vista quirúrgico y además buscar ayuda profesional tanto en el área psicológica como sexual destinada a ayudar a superar la situación.

 

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