La necesidad de tener hijos ha variado enormemente en las ultimas décadas, por años una familia numerosa era requisito para poder sobrellevar las faenas de subsistencia. Entre más hijos más prosperidad conseguía una familia. Hoy el asunto ha variado, los hijos dejaron de ser una fuente de ingreso y se han convertido en una fuerte erogación económica. Su crianza, su educación, su bienestar y su salud son realmente onerosos.

Esto ha provocado un descenso importante en la cantidad de hijos en cada familia. Hoy es raro encontrar familias con siete hijos, mientras que hace apenas siete décadas era común contar hasta con veinte hijos. Hoy en Costa Rica las parejas tienen en promedio dos a tres hijos, solamente.

Concomitantemente el deseo de un embarazo hoy responde a necesidades más vivenciales que le dan una connotación emocional gigantesca. Por ende, la incapacidad de tener hijos continúa siendo una frustración enorme para las parejas.

En los seres humanos la naturaleza ha diseñado complejos mecanismos de reproducción que aún con todos los adelantos científicos sus detalles y secretos permanecen ocultos. Sin embargo, también es enorme la cantidad de información con la que contamos, que ha facilitado el camino de la consecución de un embarazo y ha llevado alegría a muchas parejas.

Es importante señalar que el 80% de las parejas logran un embarazo durante el primer año de vida sexual sin anticoncepción. Mencionar este dato es fundamental, porque muchos pacientes consultan angustiados cuando llevan tres meses de "pedir bebé" y temen ser estériles. Por eso, los estudios solo se inician cuando ha cursado más de un año de intentos.

En las etapas iniciales el abordaje de la pareja estéril se centra inicialmente en el varón. Con una prueba tan simple como el espermograma podemos averiguar si la causa está en el varón, tal como suele suceder en el 40% de los casos.

Si el espermograma resulta normal, se procede a evaluar el factor femenino, que representa el otro 40% de las alteraciones. El 20% restante es producto de afecciones mixtas, es decir en el hombre y en la mujer.

El médico realiza un interrogatorio minucioso para determinar los exámenes a realizar, ya que la esterilidad la pueden producir muchos factores, como por ejemplo una malformación de los órganos genitales, una enfermedad venérea, un problema hormonal, entre otros.

Para que una mujer se embarace sin problemas, es fundamental que las reglas sean normales, es decir, la regla debe presentarse cada 28 días. Es válido que se adelante o se atrase de 1 a 5 días. La duración normal es de 3 a 5 días y la sangre debe ser líquida, sin coágulos, y no debe acompañarse de dolor ni de mal olor.

Hoy contamos con técnicas realmente fantásticas para corregir estas alteraciones femeninas. Algunos son medicamentos, otros inyecciones y otros son técnicas sofisticadas como la inseminación artificial y la fertilización in vitro.

Hasta hace unos años, el panorama para el varón era bastante adverso. No existían alternativas terapéuticas y el diagnóstico de esterilidad prácticamente descartaba la posibilidad de un embarazo. Afortunadamente, se ha adelantado mucho en los últimos años y en la actualidad se cuenta con varios esquemas de tratamiento que logran revertir varias de las alteraciones del varón.

Claro está, la adopción sigue siendo una alternativa a tener cuenta y que es vista de buena manera por la mayoría de las parejas por el trasfondo humano que conlleva.