¿QUIÉN MANDA EN LA CASA?
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Soy una mujer casada de 32 años. Conocí a mi actual esposo cuando trabajaba para él como secretaria. Fuimos novios tres años y nos casamos en enero. Ya no trabajamos juntos pero yo siento que soy la secretaria de él en la casa. Él todo lo decide, él me da ordenes, la verdad me siento más bien como si fuera su sirvienta. Si es cierto que él es un gran hombre y trabaja de director de una transnacional pero siento que no me da mi lugar.
Aun cuando los tiempos en que el hombre mandaba y se comportaba como amo y señor de la casa ya están superados todavía hoy persiste en menor o mayor grado la desigualdad marital, casi siempre escudada con falsas razones, por ejemplo, yo soy el que trabajo, soy más estudiado, tengo más dinero, en fin, razones que no tienen cabida en el mundo del amor.
Hoy entendemos la relación marital como un vínculo de pareja en la cual los dos están a un mismo nivel e interactúan en un nexo de igualdad al margen de cualquier diferencia individual sea académica, laboral, económica o social.
Es decir, puede que ella sea muy estudiada y él no tenga mayores atestados académicos, o que él sea millonario y ella viva de su trabajo, desde el momento en que conforma una pareja valen igual y las decisiones se deben tomar en pareja. La vida en pareja significa eso y nada más que eso, dos al mismo nivel que deciden llevar a cabo un proyecto de vida, sin que uno mande al otro.
A algunas parejas les cuesta superar las condiciones en que se conocieron, por ejemplo cuando él o ella se casan con el jefe o un alumno con su profesor, y como tal siguen viviendo bajo aquellas premisas, olvidando, que la pareja es, como dirían los credos religiosos, un solo cuerpo. A veces es necesario la ayuda profesional para reestablecer el equilibrio en estas parejas.