Soy una mujer en unión libre de 42 años. Tengo más de 15 años de vivir con mi pareja, no estamos casados pero vivimos como tal. Hace dos años, empecé a  padecer de sangrados muy fuertes y en el hospital tuvieron que quitarme la matriz. Como soy joven me dejaron los ovarios. Eso a mí me ha afectado mucho porque sexualmente nos llevábamos muy bien y me han dicho algunas compañeras de trabajo que quedé hueca y que sexualmente nos va a ir muy mal.

La histerectomía, es el nombre de la cirugía mediante la cual se retira el útero también llamado matriz. Son muchas las causas por las que se realiza este procedimiento, entre ellas los sangrados que no responde a los diversos medicamentos.

Aun cuando es una cirugía importante, en nuestro país, se realizan  centenas a lo largo del año y la inmensa mayoría evolucionan satisfactoriamente sin complicaciones, pudiendo salir del hospital en el segundo o tercer día de operadas.

Desdichadamente, en el ámbito popular existen falsas creencias, entre ellas que con esta cirugía la mujer queda hueca y, que sexualmente va a experimentar un franco deterioro tanto del deseo como del deleite. Como parte de estos errados conceptos se dice que la vagina queda más grande y que el vientre de la mujer queda vacío.

Todas estas afirmaciones son categórica y radicalmente falsas. Remover la matriz no repercute negativamente en la esfera sexual. El deseo sexual, la lubricación, la capacidad de experimentar orgasmos se mantiene íntegra y en muchos casos más bien mejora. Las dimensiones vaginales no se ven afectadas y el vientre femenino no queda con ningún espacio vacío.

Por eso, debemos destacar que la  mayoría de las mujeres una vez que se cicatrizan las heridas reanudan su vida sexual sin dificultad.