Soy una mujer casada de 34 años. Tengo doce años de casada. En los primeros cuatro años las relaciones sexuales eran normales. Luego como sin darnos cuenta fuimos bajando la frecuencia y ahora tenemos casi ocho años sin tener nada. Él no es infiel porque siempre pasamos juntos y nos llevamos muy bien, pero no sé qué pasa, cómo que nos distanciamos en la cama y no hay forma de que esto caliente y ninguno de los dos hace por donde cambiar la situación.

Esta es una situación relativamente común en nuestra sociedad. Por diferentes motivos las parejas se alejan sexualmente aun cuando emocional y vivencialmente se mantienen unidos. La vida transcurre con armonía, pero ninguno de los dos encuentra la motivación para propiciar los encuentros sexuales.

Al inicio es común que ambos piensen que se trata de una situación transitoria, pero poco a poco van notando como se prolonga indefinidamente. Cada uno por su lado suele sentirse extrañado con este alejamiento, pero se elude el tema en las conversaciones cotidianas y por ende la posibilidad de solucionar la situación. Como se comprenderá, algunas de estas parejas terminan separándose, otras optan por la infidelidad, pero mantienen el vínculo, y sorprendentemente muchas siguen juntas por largo tiempo sin buscar ayuda.

Ante este panorama, la ciencia es muy clara en recomendarle a las parejas que cuando el distanciamiento sexual se prolonga por más de un mes, sin impedimentos reales como accidentes, situaciones laborales o quebrantos de salud, se consulte cuanto antes. No importa que solo uno de los dos acuda a la consulta, en la actualidad disponemos de abordajes que nos permiten, empezar a solucionar esta situación de manera unilateral.

De igual manera se debe consultar aun cuando el distanciamiento se de larga data, hoy contamos con procesos de sexualización sumamente eficaces, desde luego en estos casos se requiere de un abordaje amplio dirigido a determinar las probables causas para así erradicarlas.