Soy una mujer soltera de 29 años. Tengo un novio con el que nos vemos los fines de semana porque él es de la zona sur. El viaja a San José los viernes y se devuelve el domingo en la noche. Así que pasamos dos noches juntos por semana. Si por él fuera pasaría toda la noche haciéndome el sexo oral, para mí es muy placentero pero tanto tiempo y solo eso, al rato se pierde la gracia y hasta quedo toda irritada.

En la actualidad el sexo oral es entendido como una de las actividades sexuales más gratificantes para la mujer, al punto que muchas mujeres solo encuentran el orgasmo de esta manera. Como tal, es común que algunos varones opten por esta práctica de manera continuada para satisfacer totalmente a la pareja. Por otra parte, para algunos varones la experiencia de practicarle el sexo oral a su pareja les resulta alucinante y en algunos casos quieren prolongar el placer experimentado por largos periodos.

Desde luego, todo encuentro sexual tiene que ser mediada por el mutuo acuerdo, tanto en el tipo de práctica como en su duración. Por eso, es importante propiciar una conversación “en buen romance”, de manera amigable y con un tono cordial, para señalar las incomodidades que derivan de este proceder tan prolongado.

Que la piel quede irritada, enrojecida o “chimada” es común casi con cualquier actividad sexual que se prolongue por mucho tiempo. A veces el malestar es tal que le resta placer al encuentro sexual y genera molestias por varios días. La mayoría de los hombres comprenden estas circunstancias y vuelven más variado el repertorio sexual, lo cual gravita positivamente en el desempeño de cada uno.