Soy una mujer soltera de 23 años. Tengo un novio con el que empecé a “jalar” desde que estaba en el colegio. Nos llevamos muy bien, casi en todo, pero desde hace un año, casi no tenemos relaciones. Al inicio no me preocupé porque estábamos terminando la universidad. Pero, ya nos graduamos y sigue igual. Hablé con él y dice que él me quiere mucho pero que no me desea. Aun así, quiere que nos casemos, pero yo no quiero.

La relación de pareja es ante todo una relación de tipo emocional, de tal forma que lo que la define por sí misma es el sentimiento que cada uno guarda hacia la otra persona. Así, si hay cariño, si hay amor, podemos decir que contamos con lo más importante. Por otra parte, la sexualidad es un asunto mucho más concreto en el sentido que son muchas las causas que pueden provocar problemas en el deseo, siendo las más frecuentes de tipo físico. Es decir, enfermedades metabólicas, hormonales e infecciosas, suelen dar al traste con el apetito sexual tanto en hombres como en mujeres y afortunadamente hoy contamos con los tratamientos necesarios para solucionar el problema efectiva y rápida.

Sin embargo, estos problemas tienen un trasfondo mayor, ya que es común que ambos miembros de la pareja se cuestionan otros aspectos, así ella puede pensar que el motivo de esta apatía es porque ella ya no le resulta atractiva, o que él está interesado en otra mujer, y es común que reparen en detalles corporales propios, como “estoy muy gorda”, “estoy muy flaca”, “tengo estrías”, en fin, detalles que rara vez son la causa de la pérdida del deseo.

Por eso en estos casos siempre debemos hacer un abordaje integral, que nos permita no solo devolverle al varón ese deseo perdido, sino también subsanar las secuelas que el problema provocó a nivel emocional y psicológico en ambos.