Soy un hombre soltero de 34 años. He vivido los últimos cinco años en unión libre. Yo siempre he fallado en la cama en el sentido que termino muy rápido y eso provocó que mi pareja no quisiera tener relaciones. En los últimos tres meses comencé a sentirla algo aparte y extraña, y este fin de año me dijo que ella no quería seguir conmigo porque soy malo en la cama y sin más ni menos se fue del apartamento.

En nuestra sociedad los problemas eyaculatorios son muy frecuentes, siempre mencionamos que probablemente el 75% de la población sufre o ha sufrido este problema sexual, de tal manera que es un escenario común que el hombre termine rápido y la mujer no logre alcanzar el orgasmo por esa rapidez masculina.

Por otra parte, es muy raro que las parejas se separen por un problema sexual, más bien, lo que suele suceder es que ambos se acostumbran a ese mal desempeño en la cama, y con el tiempo los encuentros íntimos van disminuyendo, provocando una lejanía que al inicio es solamente en el plano sexual pero que luego se convierte en una lejanía emocional.

Este distanciamiento en el plano afectivo es el que provoca las separaciones y divorcios, sobre todo porque la mujer no ve una auténtica preocupación del varón en buscar ayuda, actitud que interpreta como un desdén hacia la relación y hacia a ella.

Recordemos que en la mayoría de los casos los problemas eyaculatorios son fácilmente tratables, y entre más rápido se consulte menos se ve afectada la relación de pareja, de tal forma que lo ideal es consultar cuanto antes. Con los avances de la ciencia ya hoy no hay razón para resignarse a vivir sexualmente insatisfechos