Soy un hombre joven de 23 años. En este momento no tengo pareja, pero cuando tengo una relación sexual o una eyaculación por masturbación he notado que tanto antes como varias horas después expulso una especie de sustancia pegajosa como una baba. No tengo molestias de ardor, ni picazón, ni tampoco brotes, pero la secreción es tanta que me empapa la ropa interior. Me preocupa porque no he sido muy disciplinado con el uso del condón y no sé si podría ser una infección.

Tradicionalmente nos acostumbramos a relacionar las enfermedades de transmisión sexual con síntomas aparatosos como brotes, enrojecimientos, chancros, úlceras, fisuras, dolor al orinar, dolor con la salida del semen, entre otras. Sin embargo, muchas infecciones pueden pasar desapercibidas ya sea porque no producen síntomas o porque estos son tan leves o fugaces que no generan alarma ni preocupación.

En todos los varones como parte normal de la respuesta sexual la secreción que se produce con la erección y antes de que suceda la eyaculación es muy escaza tanto que se le denomina la gota del deseo, a lo sumo son un par de gotas o algo más. Una vez sucedida la eyaculación es usual que en los siguientes minutos salga cierto volumen residual de semen que ha quedado en los conductos de salida. Sin embargo, es una secreción que cede a los treinta a cuarenta y cinco minutos.

En algunos cuadros infecciosos el varón observa que la secreción es muy abundante tanto antes como después de que sucede la eyaculación, adicionalmente describe que la secreción persiste por varias horas, y es filante o pegajosa datos que son sugestivos de un proceso infeccioso, que debe ser valorado cuanto antes, aun cuando no se acompañe de otras molestias