ME HICE LA CIRCUNCISION Y ME ARREPENTÍ
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“Soy un hombre soltero de 29 años. Nunca he tenido problemas en mi desempeño sexual como dolor o molestias, pero hace un par de años conocí a una muchacha que me gustaba mucho y un día, estábamos hablando varios compañeros y ella dijo que le gustaban los hombres circuncidados y yo de tonto me operé. Nunca tuve nada con ella y ahora no me gusta como se me ve el pene. No sé si se puede volver a operar para estar como antes.”
La circuncisión es la cirugía mediante la cual se remueve toda la piel del prepucio que es la que recubre la cabeza del pene, llamada glande. Esta es una operación muy simple, se realiza entre 30 a 45 minutos y los riesgos que conlleva son sumamente bajos. La recuperación tarda de dos a tres semanas y una vez cicatrizado se puede reanudar la vida sexual sin problemas.
Se realiza cuando el prepucio provoca molestias en la vida sexual ya sea con la erección, la masturbación, la penetración, o el sexo oral. También está indicada cuando el prepucio no se puede deslizar hacia atrás, sea en estado de reposo o durante la erección.
Algunas personas optan por este procedimiento por razones religiosas, filosóficas, emocionales y vivenciales, todas muy válidas. Sin embargo, algunos se precipitan con la decisión o lo hacen por razones banales y luego pueden arrepentirse.
Por eso, se debe dejar claro que desde el punto de vista práctico la cirugía no tiene marcha atrás. Es decir, el prepucio no es una estructura que se quita y se pone. Una vez realizada se requieren de varios procedimientos, costosos, prolongados y difíciles para lograr cierto recubrimiento del glande. Por eso, la decisión no debe tomarse a la carrera, sino que debe decidirse bajo la premisa que la cirugía es definitiva.
