Soy una mujer de 36 años. Inicié una relación con un hombre divorciado. Nos llevamos muy bien tanto en la cama como fuera de ella. Desde el inicio noté que la ex lo domina con sus hijos. Cada vez que salimos lo están llamando y si ella sabe que me quedo a dormir con él, le pasa mensajes de que un hijo tiene fiebre o está enfermo. Luego, aunque él se da cuenta que es mentira, no le dice nada a la ex.

Esta es una dinámica muy actual que surge con el advenimiento de la separación y el divorcio como vía común para resolver diferencias maritales irreconciliables. Debemos recordar que los estudios señalan que las motivaciones que llevan a una pareja a separarse suelen estar presentes desde el mismo noviazgo. Por eso, siempre se debe valorar profundamente la relación antes de optar por el matrimonio y más aun antes de llamar a la cigüeña.