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En las últimas semanas se ha hecho viral la conversación telefónica en la que una dama implora por acceso a internet para poder seguir con su faena laboral. Entre los detalles posteriores, destaca las horas que esta insigne mujer destina al trabajo. Esto ha generado cierta polémica en algunos sectores que debaten en las redes sociales.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Los costarricenses crecimos en un tiempo en que solo se trabajaban ocho horas diarias, con un descanso prolongado los fines de semana. Al margen de quienes temen que el trabajo se vuelva una adicción, debemos comprender que en aquellos tiempos contábamos con un estado benefactor, que procuraba el bienestar de la clase media a toda costa y en el cual la pensión, al jubilarnos, nos daba los cincos necesarios para mantener nuestro nivel de vida.

Hoy los tiempos han cambiado. Las familias, sobre todo de esa gran clase media, tienen que valerse por sí solas. Cada vez son más los hogares que se acercan a la línea de pobreza. Cada vez son más los que al llegar a viejos no cuentan con recursos. Así que, ante la pregunta, ¿cuántas horas se debe trabajar?, la respuesta es clara, aquellas que sean necesarias para tener una vida digna. 

Es decir, se debe trabajar las horas necesarias que nos permitan alcanzar nuestros sueños. Lo necesario para que a los seres queridos no les falte nada, para que podamos echarles una mano a nuestros padres, para que la salud de todos en la casa no se relegue por razones económicas, para que nuestros hijos puedan cumplir sus sueños académicos, para que la prosperidad no se aleje cuando envejezcamos. 

En estos tiempos, son pocos los que consiguen este objetivo trabajando ocho horas. Muchos de nosotros tenemos que abandonar aquellas reglas laborales que ya no están a la altura de nuestros tiempos y trabajar ocho horas y más, así como feriados y fines de semana en aras del bienestar de los nuestros. El trabajo es la fuente de los recursos y son precisamente los recursos los que escasean en muchos hogares.

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