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Un festejo nacional.

UN RECUERDO EMPAPADO DE LICOR

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UN RECUERDO EMPAPADO DE LICOR

Estos días han sido días de fiesta, días de júbilo y días de orgullo para el país. Esa es la gran dicha que nos depara la Selección, nos alegra a todos como pueblo, nos da identidad, nos eleva la autoestima y nos saca el orgullo, con la enorme ventaja que es una alegría que no es para unos sino para todos. Los jóvenes, los viejos, los niños, los hombres, las mujeres, los intelectuales, los artesanos, los trabajadores, los ricos, los pobres, todos sentimos intensamente estas victorias  

Escribir al DR. Mauro Hoy

Por eso, llena de pesar que con un escenario social de ensoñación los reportes señalen que el pasado domingo cuando se enfrentaron las selecciones de Costa Rica y Grecia se recibieron 486 llamadas por violencia doméstica. Estos números asustan aún más cuando recordamos que probablemente por cada llamada que se realiza hay diez casos o más que no se denuncian. Cifras que destacan la verdadera dimensión de la violencia doméstica en Costa Rica.

Hoy sabemos que son muchos los factores que desencadenan los episodios de violencia y que son muchos más los factores que predisponen a estos altercados, al punto que diríamos que todos estamos expuestos a padecer de este terrible mal. De ahí la importancia de que aprendamos a reconocer cuales de esos factores está en nuestra vida para andarles de lejos y evitarlos a toda costa.

Y es bajo esta perspectiva que surge el protagonismo del licor. Las investigaciones señalan que el consumo desmedido de alcohol en cualquiera de sus presentaciones llámese cerveza, whisky, vodka, ron, predisponen a la violencia tanto verbal como física.

Desdichadamente en nuestro país cultivamos una cultura nociva de ligar el alcohol a las fechas importantes tanto de la vida familiar como del acontecer nacional. Esto explica porque los episodios de violencia domestica aumentan a cifras escandalosas en ciertas épocas del año como la navidad, la semana santa y ahora en el Mundial, periodos en donde está registrado un aumento en el consumo de licor.

Esto es lo que hace más dañino al licor, en el sentido de que amarga las celebraciones, tiñe de dolor las festividades, trasforma en sufrimiento las alegrías, destrozando las vivencias familiares, los sueños infantiles y las expectativas de pareja.

Hoy muchas familias tendrán para siempre un nefasto recuerdo del campeonato del mundo, un recuerdo que borrará las paradas de Keylor, los goles de Bryan, los regates de Joel, el estoicismo de Celso y de  Yeltsin. Hoy muchas familias tendrán un recuerdo empapado en licor.

Venta de libros del Dr. Mauro