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LA REVOLUCIÓN DE LAS CUCHARAS

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LA REVOLUCIÓN DE LAS CUCHARAS

Las enfermedades de que derivan de las dietas excesivas, son llamadas enfermedades del primer mundo, paradójicamente, mientras las naciones pobres se mueren de hambre, las naciones opulentas se mueren de gula.

Escribir al DR. Mauro Hoy

La medicina de la nación pobre suele ser un trozo de pan y un vaso de leche. La medicina de las naciones ricas implica tratamientos sofisticados, con cateterismos, bombas de cobalto, aceleradores lineales, unidades de cuidados intensivos, que, como bien se sabe, son de  un alto costo. Por eso, es fundamental manejar concientemente qué nos genera riqueza y qué nos la quita. No cabe duda que los problemas en la salud son una fuente importante de erogaciones económicas. 

Pero también decíamos que la riqueza es algo más que la acumulación del dinero. Imagínese usted cuánto vale una vida sexual plena, una vigorosa erección, un orgasmo placentero. Esas son las cosas que realmente no tienen precio. Pues bien, esos placeres, esos deleites vivenciales, suelen esfumarse por el comer desmedido. No en vano, compañías como Pfizer revelan multimillonarios ingresos con la venta de Viagra, que suele ser indicada precisa y mayoritariamente en los pacientes víctimas de las enfermedades que derivan de los excesos al comer. 

Hoy sabemos que en esos casos el diamante azul hecho pastilla devuelve la integridad sexual si solo si se cambia el mal comer, de lo contrario conforme pasa el tiempo, el medicamento  deja de hacer efecto debido al daño progresivo que provoca la ingesta desmedida.

Miles de varones quedan al margen de la experiencia cumbre de la sexualidad por una mala educación en la mesa. Parece irónico, pero esa es nuestra pobreza, la pobreza del tico y la pobreza de las naciones desarrolladas de Occidente. Entre más desarrolladas las naciones, más glotonas y sedentarias se vuelven y más dolor y sufrimiento experimentan sus ciudadanos.

Las estadísticas son claras. Problemas como la impotencia se hacen cada vez más frecuentes, precisamente por esos malos hábitos alimentarios. Algunos autores mencionan que, probablemente, cerca del 50% de los hombres enfrentará este problema. Otros nos indican que en el último año, un 10% de la población masculina sucumbió a la impotencia. Y una enorme mayoría de estos casos de impotencia, son producto de ese exceso de calorías.

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