El acto de orinar es un acto reflejo que se produce cuando la cantidad de orina que se encuentra en la vejiga supera cierta cantidad determinada, en ese momento se experimenta el deseo de micción y si así se desea la simple relajación de ciertos músculos pélvicos desencadena la salida de orina.

Desgraciadamente nuestro sistema educativo poco habla y poco insiste en los temas de salud y cuando estos se abordan se realizan desde una perspectiva impersonal y lejana. Esta es la razón por la cual Costa Rica tiene un pais de alfabetos que son ignorantes de los fenómenos que suceden en el cuerpo.

Uno de los aspectos mas importantes para el buen funcionamiento del sistema urinario es la micción frecuente, es necesario que tanto hombres como mujeres vacién la vejiga de siete a nueve veces al dia.

Desgraciadamente como hemos señalado anteriormente en otras columnas en nuestra sociedad los baños públicos son deplorables, al extremos que los varones se han acostumbrado a orinar en las esquinas o detrás de un árbol y las mujeres a “aguantarse férreamente”, mientras llegan a la casa.

Esto condiciona daños importantes a nivel urinario, en el sentido que la vejiga va aumentando de tamaño, hasta llegar un punto que su gran volumen le impide un adecuado funcionamiento, provocando una susceptibilidad mayor a las infecciones y a generar problemas con la capacidad de retener la orina.

Bien harían las entidades de salud en propiciar la presencia de baños públicos adecuados, que no solo responden a las mas minina lógica de lo que debe ser el convivio publico sino que disminuiría de manera importante las enfermedades renales y vesicales. Otro de los grandes factores que inciden en el buen funcionamiento del sistema renal es la ingesta adecuada de líquido, particularmente de agua. 

Es idóneo consumir al menos tres a cuatro litros de agua diariamente, y sobre todo antes de las cinco de la tarde, (ara evitar la molesta micción nocturna) de esta manera propiciamos la remoción adecuada de todos los desechos urinarios. A nivel sexual el aparato urinario juega un papel importante como factor colateral, así es frecuente lo que denominamos “cistitis de luna de miel”