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EL BULTO ESCOLAR

El saco de piedras.

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EL BULTO ESCOLAR

La niñez y la juventud deben ser protegidas ante todo y siempre debemos aprovechar todos los recursos disponibles para lograr el cometido. Es fundamental contar con una visión integral de todo el proceso educativo, tanto de lo que sucede dentro de las aulas como fuera de ellas.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Hace unos años en Costa Rica era muy común que se utilizaran los portafolios en vez de los cuadernos tradicionales. Luego, vino una embestida propagandística que puso de moda los cuadernos, sin darnos cuenta que esto puede representar todo un agravante para la salud postural de nuestros hijos.

La ventaja del portafolio reside en que el estudiante puede llevar solo la materia que necesita, y unas cuantas hojas para la labor diaria, en contraposición; los cuadernos suelen ser uno por materia y hay que cargarlo en su totalidad. Esto ha provocado que junto con algunos libros de consulta, el bulto escolar se haya convertido en un auténtico saco de piedras que atentan contra los músculos de la espalda, la conformación de la columna vertebral y los hábitos posturales en una etapa tan delicada de la vida como la infancia y la adolescencia.

Los cuadernos de 100 hojas de ciencias, estudios sociales, matemáticas y español más los de 75 hojas para  inglés y francés,  y los de 50  hojas de artes plásticas, música y educación física, más los diccionarios de 700 y más hojas, más los libros de consulta que suelen tener 250  hojas más; hacen que un niño fácilmente cargue entre 700 y 1000 hojas diariamente. Eso sin sumar la merienda, los zapatos, la calculadora y la capa.

Esa carga diaria, esa carga al ir y al venir de la escuela o colegio, esa carga 5 días a la semana, esa carga 20 días al mes, a lo largo de un año durante 11 o más años, resulta un verdadero calvario. Además hace propenso al menor a accidentes de todo tipo al limitar la capacidad de movimiento y de reacción.

Algunos por ahí proponen el uso de rodines en los bultos y salveques, pero eso es lidiar con el problema mientras que lo idóneo es resolverlo de una sola vez. Por eso es hora de que volvamos a los portafolios aunque no sea bien visto por algunos comerciantes.

Recordemos que no solo protegen la espalda de nuestros niños sino que permiten un gran ahorro ya que son muchas los cuadernos que no gastamos y se desperdician esas hojas, mientras que con el portafolio las hojas simplemente se pasan de una materia a  otra.

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