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¿Cómo se relacionan los doce "yoes" en la salud mental?

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¿Cómo se relacionan los doce

Cuando hablamos del “yo” nos referimos a un estado de la mente que le permite funcionar en algún aspecto de su estructura.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Entre las personas a las que les gusta el blues, no deja de haber algunas a quienes les fascina cómo la combinación de los doce compases básicos de una expresión que comenzó en la tristeza de los esclavos negros ha evolucionado para terminar como un género tan diverso, popular como expandido. A los que les gusta merodear por los compases neuropsicológicos de sus mentes no dejará, creo, de llamarles la atención el juego interactuante de sus doce yoes con los que se define la música de su salud mental.

Cuando hablamos del “yo” nos referimos a un estado de la mente que le permite funcionar en algún aspecto de su estructura. Permítame sugerir una breve definición para cada uno de ellos:

1. El yo corporal: provee de la armonía de los sentidos (yo veo (o escucho)…

2. El yo cognitivo: contribuye con la nota racional (pienso que (o sobre)…

3. El yo afectivo: surte del colorido de la vivencia (siento la emoción de (o como)…

4. El yo volitivo: proporciona la decisión (he decidido que…

5. El yo social: dota de la capacidad para percibir la otredad (estando con otros, yo…

6. El yo trascendental: entrega el sentido de la finalidad moral (mi propósito de vida es…

7. El yo inconsciente: suministra el impulso (lo que quiero satisfacer “ahora” es…

8. El yo consciente: abastece con el principio de la realidad (mis opciones reales son…

9. El yo niño: contribuye con el sentido lúdico (me gustaría jugar a…

10. El yo maestro: dota de la capacidad para aprender (he aprendido que…

11. El yo sabio: aporta con el sentido común (esto es lo obvio, que…

12. El yo integral: da la capacidad de síntesis de los otros (al final de cuentas, yo soy…

 

Me permito sugerirle que haga el ejercicio de terminar las frases incompletas. Si lo hiciera podría ver cuán buen o no tan buen músico de su salud mental es. Por ejemplo, podría ser que se encuentre en alguno de estos grupos:

Tipo A: Con bloqueos en algunos de los compases básicos.

Tipo B: Con distorsiones en uno o más de los compases.

Tipo C: Con contradicciones en los contenidos de la letra.

Tipo D: Con una producción bien pobre en algunos o todos los contenidos.

Tipo E: Con una manifestación de contenidos muy rica.

Tipo F: Con presencia de elementos insospechados antes de dedicarse a componer su blues de personalidad. Este es un tipo que puede estar mezclado con cualquiera de los anteriores.

Tipo G: Con la sorpresa de que ha sido un muy buen ejecutor de la música del ser. En este caso, su yo integral sería el que le dé la confirmación ante el gran público que no es otro que la miríada de elementos que juegan entre los silencios y los arpegios de su vida interior en concordancia o no con al externa, y que serán sus fanes o sus detractores en el espectáculo de la salud mental.

Entiendo que quizás usted esté pensando en la “orquesta”. Para su satisfacción le cuento que alrededor del mundo hay millones de profesionales y naïve de este género de la higiene mental y que al organizar su opus comparte, aun sin saberlo, con este grupo.

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