BOLETIN DE SALUD MENTAL

Un servicio de Mentalsanitas ®

¿Son posibles vacaciones gratis en pro de la salud mental?

Por supuesto que sí.

Lo único que necesitaría es tomarse su tiempo, avivar su imaginación y aceptar que a veces las cosas simples, no por ser de adquisición no onerosa por ello dejan de ser invaluables.

Volviendo entonces a estas vacaciones gratuitas, le sugiero algunas:

1. Acomódese bien. Cierre los ojos. Imagínese que está en su edad infantil, jugando y haciendo todo lo que hacen los niños sanos y felices. Acompañe el recuerdo con manifestaciones mímicas, como sonreír, jugar con la imaginación y las manos, mover el cuerpo como usted quiera, de acuerdo a lo que está imaginando, etc. Luego de esto abra los ojos despacio y respire profundamente, regresando a la realidad. A esto yo le llamo un viaje al país de la inocencia feliz.

2. Para este viaje, también cierre los ojos. No piense en el pasado ni en el presente ni en el futuro. Sino en una persona amiga. Si no la tiene, invéntela. Sea real o imaginaria, asígnele tres atributos a esa persona: alegre, que acepta completamente como es usted, y que le invita a la sana actividad que más le agradaría a usted para sentirse en relajamiento completo. Deje que la experiencia fluya en su imaginación, de la manera más espontanea posible, durante el tiempo que lo desee. Así mismo, regrese cuando quiera a su realidad. Ha visitado el país de la fraternidad feliz.

3. Para esta ocasión imagínese que está en una cárcel, la que representa problemas, conflictos, amenazas, etc. La cárcel tiene grandes murallas, es de máxima seguridad. En este momento se abren las puertas y, ya fuera, lo esperan sus seres queridos (si se siente que no los tiene, imagínese a alguien por lo menos que podría haber sido su ser querido, como el caso de su madre, padre, etc.). Sienta que le reciben con una sonrisa y le dicen que está libre de todos sus problemas y amenazas. Ahora, caminan, imaginativamente, acercándose a cosas simples en la vida y disfrutando de esas cosas simples. Cuando quiera, vuelve a la realidad. Ha visitado el país de la libertad feliz.

4. Finalmente, otra propuesta. Luego de haber entrado al estado de vacacionar,  descubre el lugar que usted considera el lugar más bonito donde le gustaría estar, que puede ser un jardín, una playa, una isla, la luna, etc., etc. Ahí, usted recrea un ambiente y ejerce la satisfacción de sus órganos de los sentidos (ver, oír, tocar, gustar, oler). La experiencia la realiza como usted quiera. Avive su sensación placentera en la sana percepción de su lugar vacacional. Y procure traer algunos souvenires a su realidad. Ha visitado el país de la fantasía feliz.

¿Cómo le pareció el tour por estos cuatro países? A los que les gustan otras formas de vacacionar o valoran más las dichas otras formas, las propuestas aquí podrían parecerles demasiado ingenuas o simplistas, pero el caso es que si se comparan las vacaciones pagadas y estas, habría que ver realmente cuales son más fructíferas en función de una sana higiene mental, considerando además que las propuestas aquí no descalifican a las que se proyectan a veces con gasto económico.

Pero volviendo a las nuestras, ¿Cuánto le costaron? Económicamente, nada. Solamente un esfuerzo de imaginación. Si conoce otros “países imaginativos” para vacacionar en pro de la salud mental podría ser interesante que lo comparta a través de este Boletín.

Atentamente,

Dr. Winston Villamar.

Un pensamiento:

SECCIÓN PREGUNTAS

La invitación es a enviar sus preguntas o comentarios. De los lectores que nos escriben, ponemos solamente sus iniciales, en función de la privacidad.

En relación al boletín anterior (“¿Qué trampas debemos evitar en la salud mental?”), no hemos recibido preguntas.

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