Existe la falsa creencia de que la vejiga se cae con la práctica deportiva. Esto genera una enorme preocupación en las atletas y diríamos que no pocas mujeres rehúyen la práctica deportiva precisamente por ese temor.

La posición de la vejiga es muy importante porque de ella depende la adecuada retención urinaria. Si la vejiga se cae, se pierde parcial o totalmente el control urinario provocando la salida  involuntaria de orina, es decir la mujer se orina cuando realiza diversas actividades.

Recordamos que cerca de la mitad de las mujeres experimentan la salida de unas cuantas gotas de orina ante ciertos esfuerzos como toser, estornudar, reír o al hacer ejercicio. De ahí la preocupación de que esa incontinencia aumente y se salga una cantidad mucho mayor de orina.

El parto es la causa más frecuente por la cual se cae la vejiga sobre todo el parto prolongado, el extremadamente rápido o cuando el niño tiene un peso considerable.  En estas condiciones, se producen desgarros genitales que debilitan los músculos que sostienen la vejiga. Por eso es común que la incontinencia urinaria se presente con más frecuencia después del nacimiento de los hijos.

La vejiga es sostenida por diversos músculos que se pueden fortalecer a través del ejercicio reafirmando la posición adecuada. Deportes como el atletismo, la caminata y las vallas, gravitan positivamente en mantener la vejiga en  posición. De igual manera, los ejercicios pélvicos, por ejemplo los que se hacen sentadas sobre una bola, moviendo la cadera suelen ser sumamente efectivos.

Merecen mención especial los ejercicios de Kegel que son parte del tratamiento que los médicos utilizamos cuando observamos descensos en la vejiga. También aporta el sentarse en el suelo por largos periodos como cuando vemos televisión.

Muchas mujeres temen que ciertas prácticas deportivas como el atletismo, los aeróbicos de alto impacto y los deportes que incluyen saltos repetitivos como el voleibol y el basquetbol, así como el levantamiento de pesas  aflojen los músculos pélvicos y agraven la caída de la vejiga.

En realidad,  esto sucede rara vez en la atleta, lo que sí tiende a suceder –y confunde a muchas- es que la mujer que  ha tenido partos vaginales, que es sedentaria y que no hace ejercicio periódico; con el paso de los años experimentará una caída de la vejiga. Erróneamente, se tiende a responsabilizar de este descenso a cualquier ejercicio que se realice esporádicamente.