Quiero una cita

Una época de fantasía.

LA NAVIDAD DEL OSO YOGUI

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LA NAVIDAD DEL OSO YOGUI

Cuenta Joseph Barbera y William Hanna que el Oso Yogui nunca pudo vivir la navidad, porque los osos invernan durante el fin de año de manera que mientras el Niñito Dios deja los regalos, los Osos duermen profundamente.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Curiosamente, hay muchas personas que nunca han vivido una Navidad, algunas amargadas por convicción -que es otra forma de decir por temor- ven en la Navidad simplemente una actividad creada por los comerciantes para sacar dinero, y rehuyen toda celebración, muchos de ellos se acuestan temprano en navidad y en año nuevo para no saber nada de esta actividad comercial, otros se comportan en estas actividades como si fuera una pachanga festiva y no una celebración en familia. Introducen el licor, el cigarro y las drogas en la escena familiar y borran el verdadero deleite navideño.

Estos dos tipos de personas son como el Osos Yogui, nunca han logrado disfrutar y vivir intensamente la Navidad en todo su esplendor.

Por eso hay que recordar que la navidad es fantasía o al menos puede serlo, y es el momento en que los chicos son grandes y los grandes son chicos, y esto hay que recordarlo a lo largo de este mes.

Hay que disfrutar al máximo esta época, sacar el niño que llevamos dentro y ponerlo en contacto con nuestros niños, ser un chiquillo más, es la máxima en Navidad.

Es el momento propicio para disfrutar con los hijos, los sobrinos, los amigos de nuestros hijos y los demás miembros de la familia de los regalos que trajo el Niño Dios, es hora de ponerse con los chiquillos a jugar bola todo el día, de correr detrás de un fresbee, brincar suiza, encumbrar un papelote, dormir un trompo, jugar bolas de vidrio, o andar en bicicleta.

Menciono estas actividades porque son las realmente edificantes, y son las más producentes para toda la familia porque estas diversiones traen implícito el ejercicio y por ende la salud.

Este fin de año sería recomendable alejarnos, aunque sea un poco del televisor, de los juegos electrónicos, de los videos. Si queremos compartir actividades dentro de la casa, podemos armar un rompecabezas o jugar ajedrez; son excelentes opciones.

El niño es actividad, la profesión del infante es jugar. Es deber de los padres procurar que ese juego sea realmente positivo.

Por otra parte la infancia es una constante escuela donde todo lo que se ve se aprende, donde el ejemplo es mas aleccionante que la pizarra, de ahí la importancia que podamos pasar todas estas festividades lejos de los dañinas drogas que aunque socialmente aceptadas provocan destrozos en nuestro cuerpo y en nuestro convivio.

Un fin de año sin licor es el mejor ejemplo para un hijo, un fin de año sin tabaco es el mejor de los presentes para la familia, un fin de año sin violencia es la mejor forma de educar viviendo, educar amando, educar en el cada día, aprendizaje que suele perdurar por años.

Por eso estos días, no se pierda de la Navidad, no sufra el síndrome del Oso Yogui, entre tamales, cafecito, juguetes, y risotadas, disfrute de estos aires navideños.

Venta de libros del Dr. Mauro