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LA HERENCIA NO SE DA EN VIDA

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LA HERENCIA NO SE DA EN VIDA

Soy un hombre viudo de 68 años. Mi vida familiar fue muy bonita pero mi esposa murió hace nueve años. Yo me quedé solo, no me he metido con nadie, y aunque en ese momento no estaba viejo, preferí heredar de una vez a mis tres hijos, por si un día “amanecía muerto”. Ahora “medio me gusta” una señora, y mis hijos me dijeron que ellos no van a permitir esa relación, y que no me van a dar plata. Me dicen eso cuando soy yo el que los heredé.

Escribir al DR. Mauro Hoy

En nuestra cultura existe la creencia generalizada de que la vida íntima, emocional y personal de las personas es algo que concierne a terceros. Se habla, se critica, se señala las decisiones que se toman en la vida sentimental, sin entender que esa esfera es estrictamente personal y nadie tiene tan siquiera derecho de opinar. Como se entenderá esto es más marcado con amigos, familiares, y allegados, y algunos llegan al punto de sentirse ofendidos porque no se escuchan sus pareceres y consejos.

La situación toma tintes preocupantes cuando surgen las amenazas, “no vuelvas a la casa”, “te restringiremos el dinero”, “no nos vuelvas a hablar”, frases que son un auténtico irrespeto y nos hablan de una enorme inconciencia.

 Es muy común que esto suceda en etapas tempranas de la vida, pero se ha vuelto muy frecuente en la persona mayor que después de enviudar o de divorciarse quiere rehacer su vida, y se toma con la oposición de los familiares y no es raro que hasta se amenace con bloqueos económicos. Esto se debe resolver hablando, de lo contrario, en nuestro país contamos con diversas instituciones que pueden resolver el problema.

 Sirva esta pregunta para recordarle a todos que al margen de cualquier circunstancia “la herencia no se da en vida”.

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