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Un mal de nuestro tiempo

IMPOTENCIA

Tabla de Contenidos

IMPOTENCIA

 

La impotencia suele cursar como un proceso en el cual el hombre va experimentando paulatinamente una pérdida en la erección hasta llegar a la máxima expresión de esta disfunción que es la incapacidad permanente para mantener una relación sexual.

 

 

Escribir al DR. Mauro Hoy

INTRODUCCION

Nuestra sociedad occidental desde sus cimientos ha tenido enormes dificultades para abordar científicamente el tema sexual, al punto que cuando las diversas ramas de la ciencia se encontraban bien desarrolladas, el estudio de la sexualidad seguía velado para los hombres de ciencia.

Solo la voz popular, el arte y la religión eran los únicos entes que podían referirse al tema con cierto grado de libertad, desde luego bajo una concepción llena de prejuicios y de conceptos equivocados.

En esa época, todos los problemas sexuales del varón se denominaban con un solo término, impotencia. Así, los problemas de esterilidad, la eyaculación precoz, la pérdida del deseo sexual y las mismas alteraciones en la erección eran llamados de una manera simple e inespecífica como impotencia.

Aun hoy en día persiste ese legado en la población general, las personas se refieren a cualquier problema sexual masculino con el término impotencia generándose una enorme confusión.

La ciencia es clara en señalar que las alteraciones sexuales masculinas abarcan varios tipos de disfunciones, cada una de ellas con síntomas y tratamientos diferentes. En aras del entendimiento, es valido recordarlas:

• Eyaculación precoz: es aquella alteración en la cual el hombre no puede controlar el momento en que sale el semen, de maner que la eyaculación se presenta de forma tan prematura, que impide el goce y el buen desempeño sexual, tanto del hombre como de la mujer .
• Apatía sexual: es la pérdida del deseo sexual masculino, de tal forma que el hombre no presenta el característico apetito sexual.
• Esterilidad: es la incapacidad del hombre para embarazar a una mujer.
Impotencia: es la incapacidad para conseguir una erección adecuada.

BREVE RESEÑA HISTORICA

No se crea que la impotencia es un problema de nuestra época, no, existen múltiples relatos que constatan su presencia desde las primeras civilizaciones.

Asi se cree que la primera mención conocida de la disfunción eréctil se encuentra en un papiro egipcio de aproximadamente cuatro mil años de antigüedad. El documento describe dos tipos de disfunción: la impotencia natural, en la que el hombre es incapaz de culminar el acto sexual; y la impotencia sobrenatural, como resultado de la acción del demonio y brujería.

Posteriormente Hipócrates, el padre de la medicina, describió problemas de impotencia masculina en pacientes ricos de la ciudad, y concluyó que su origen era montar a caballo en exceso. A los pobres no les afectaba, pues ellos viajaban a pie. Esta es la primera anotación histórica acerca de la importancia del ejercicio en la prevención de la impotencia, además sugiere como se analiza en el capitulo 5 la relación entre la impotencia y la presión sobre el área del periné.

El célebre Aristóteles discípulo de Platón, por su parte, sostuvo que los nervios del pene llevaban espíritu y energía a este órgano, y que la erección obedecía a la entrada de aire. Su teoría fue bien aceptada hasta que, en 1505, Leonardo da Vinci relacionó la erección con la circulación sanguínea. Sin embargo, sus escritos fueron mantenidos en secreto hasta el inicio del siglo XX, con lo cual se retrasó el abordaje científico de la impotencia.

DEFINICION

Teniendo en cuenta todo este preámbulo es crucial definir la impotencia de manera clara y específica.

Clásicamente se define la impotencia como: la incapacidad repetida de un varón para conseguir o mantener una erección lo suficientemente firme, que le permita mantener una relación sexual satisfactoria.

Recientemente diversos autores consideramos importante complementar esta definición:

• muchos varones que tienen problemas con la erección pueden algunas veces tener relaciones sexuales, es decir, la falla puede ser esporádica, y por tanto pueden creer que no sufren ningún trastorno.

• no es necesario tener relaciones sexuales para percatarse de que se sufre un problema de impotencia, el diagnostico es posible aún en los pacientes que no tienen vida sexual.

• Puede que un varón esté en una etapa inicial de impotencia pero que todavía pueda lograr la penetración.

Por eso la tendencia actual es de recomendar a la población masculina que consulte cuando presenta las primeras alteraciones en la erección aun cuando pueda practicar el acto sexual.

Si el paciente consulta hasta el momento en que es incapaz de mantener una relación sexual, puede ser demasiado tarde en el sentido que el daño arterial puede encontrarse en etapas avanzadas y hasta irreversibles.

Por todo lo anterior, tenemos que entender que la impotencia suele cursar como un proceso en el cual el hombre va experimentando paulatinamente una perdida en la erección hasta llegar a la máxima expresión de esta disfunción que es la incapacidad permanente para mantener una relación sexual.

Como veremos más adelante, a lo largo de este proceso, los problemas se pueden presentar para conseguir la erección, para mantenerla o para alcanzar su máxima rigidez, y puede que inicialmente las fallas sean esporádicas o solo en ciertas situaciones pero conforme pasa el tiempo van aumentando su frecuencia hasta abarcar la totalidad de las experiencias sexuales.

TERMINOS

La palabra impotencia es la mas conocida a nivel popular, históricamente ha estado presente aún antes del inicio de nuestra era, por lo que esta insertada en el vocablo de las grandes mayorías.

Precisamente por esa condición tan coloquial es que esta palabra ha adquirido un carácter peyorativo y humillante que puede generar cierto grado de distancia entre el medico y el paciente.

Por esta razón los hombres de ciencia han acuñado otros términos pero referirse a la impotencia, algunos optan por hablar de problemas de erección y otros de disfunción eréctil.
En términos generales estas palabras son mas concretas, específicas y no han sido utilizadas popularmente de manea que carecen de un sentido despectivo, lo cual es sumamente beneficioso.

No obstante, en aras del entendimiento, a lo largo de este articulo utilizamos el término de impotencia, a sabiendas de que las autoridades mundiales recomiendan sustituirlo por el de disfunción eréctil.

Seamos claros: todo el mundo conoce la palabra impotencia, y no podemos darnos el lujo de crear neologismos que tardarán años en integrarse al vocablo y el conocimiento popular. Hoy la información a las masas es una posibilidad real gracias a los medios de comunicación, con lo cual se abre la enorme posibilidad de informar sobre las diversas enfermedades con el fin de prevenir o de motivar a la consulta temprana, pero para lograrlo la prioridad, es el entendimiento.

Hay que recordar que es el vocabulario lo que precisamente separa a los profesionales de la población. Hoy, nadie entiende a un profesional hablando y utilizando sus términos, sea abogado, ingeniero, medico, o especialista en cómputo. Por eso, hablar claro, hablar sencillo, hablar para que se entienda, hablar como habla la gente es la gran herramienta cuando de comunicación se trata.

FRECUENCIA

Como hemos mencionado durante mucho tiempo, la impotencia se consideró degradante. El varón la ocultaba y pocos acudían en busca de ayuda médica. Por eso, hasta ahora se están conociendo los datos reales sobre la frecuencia de esta alteración.

De acuerdo con la información actual, probablemente el 50% de la población masculina ha enfrentado o enfrentará este problema.

Datos de la NHSLS cerca del 10% de los hombres han experimentado una alteración en la erección en los últimos doce meses, tal como lo reporto el grupo de Laumann en 1999.

Este dato varía acorde a la edad, así algunos estudios indican que entre los 18 y 29 años la incidencia de alteraciones en la erección es de un 7%, porcentaje que aumenta a un 18% entre los 50 a 59 años.

Carsson en el 2002 encontró cifras mas alarmantes, asi informó de tasas de un 19% en los hombres entre los 50 y 59 años y de un 39% en los mayores de sesenta años.

Debido a que los problemas de impotencia guardan una estrecha relación causal con el estilo de vida, los datos encontrados en diferentes partes del orbe que tienen el mismo modus vivendi, son similares, así Braun y Giuliano han encontrado datos similares en Alemania y Francia .

Según nuestro criterio, este número debe ser mayor y crecerá en los próximos años, por dos grandes razones, por una lado los varones cada vez mas asumen estilos de vida que atentan contra los mecanismos que posibilitan la erección y la respuesta sexual en general y los miedos y tabúes que provocan que la gente oculte su problema de erección serán cada vez menos.

PRESENTACION DE LA IMPOTENCIA

Los problemas con el fenómeno de la erección se pueden presentar de múltiples formas, en la mayoría de los casos podemos reconocer algunas de las siguientes situaciones:

• La erección se consigue con mucha dificultad. Después de estímulos prolongados, si el paciente no consulta cada vez más se prolonga el tiempo que tarda en conseguirse una erección, al extremo que se imposibilita la relación sexual.

• La erección se consigue sin problemas, pero se pierde con facilidad. Si el paciente no consulta la erección se perderá cada vez más rápido, hasta el punto que es imposible mantener una relación sexual.

• La erección se consigue con facilidad y se mantiene. Pero no consigue la firmeza adecuada. Sin tratamiento, la erección será cada vez mas débil, y llegará el momento en que el paciente será incapaz de conseguir la penetración.

• La erección no se consigue con ninguna estimulación.

Es muy común que las tres primeras modalidades se experimenten simultáneamente o que, en ciertas circunstancias, se presente una u otra.

TIPOS DE IMPOTENCIA

Aun cuando la impotencia implica la dificultad para alcanzar una erección, existen diversos tipos según sus características:

IMPOTENCIA GENERALIZADA

La incapacidad para conseguir la erección está presente en todas las experiencias sexuales, independientemente de las circunstancias. Las diversas caricias, el sexo oral, la masturbación, las diferentes posiciones sexuales o la exposición a pornografía, no logran desencadenar el fenómeno de la erección. Además, la impotencia persiste aunque el individuo lo intente con otras compañeras sexuales. Este tipo de impotencia es la más severa y usualmente ocurre en etapas tardías.

IMPOTENCIA SELECTIVA 

La impotencia selectiva se presenta solo en ciertas circunstancias. Algunos varones relatan que no tienen problemas cuando están relajados o descansados, pero ante el estrés sobrevienen los problemas de erección. Otros indican que la impotencia únicamente ocurre con determinadas parejas. También está el caso del varón que logra buenas erecciones con la masturbación, pero no con las relaciones sexuales. Este tipo de impotencia suele presentarse en las etapas iniciales.

El momento en la vida en que se presentan las primeras fallas con la erección es muy importante. Así podemos dividir a los pacientes que sufren esta alteración, en dos grandes categorías, a saber:

IMPOTENCIA PRIMARIA

Se refiere a aquellos varones que nunca han logrado una erección, como sucede con ciertas malformaciones y en algunos tipos de traumatismos.

IMPOTENCIA SECUNDARIA

Se refiere al individuo que, estando previamente bien, comienza a experimentar problemas con la erección. Esta es la impotencia más común.

La impotencia no se instaura en todos los pacientes de la misma forma, así acorde a su forma de presentación, la impotencia se puede clasificar en:

IMPOTENCIA GRADUAL: Se refiere a la impotencia que aparece de manera paulatina, con fallas esporádicas cada vez más frecuentes, hasta convertirse en una limitación sexual absoluta.

IMPOTENCIA SUBITA: La impotencia se presenta abruptamente, por ejemplo cuando hay lesiones importantes de los órganos sexuales, debido a accidentes, traumas violentos o cirugías radicales.

EVOLUCION CLINICA

En la inmensa mayoría de los casos, la impotencia se presenta de manera gradual y paulatina. Esto impide a muchos varones percatarse de que tienen un problema sexual. Por eso es usual que los hombres consulten en etapas tardías, cuando los mecanismos de la erección se encuentran severamente dañados y, en consecuencia, el pronóstico de curación es más adverso.

Cuando se instaura un problema de impotencia, el reflejo de la erección se ve afectado de manera integral, afectando cada una de las diferentes características, a saber:

• Intensidad
• Automaticidad
• Periodicidad
• Reactividad
• Predominancia

INTENSIDAD

Cuando se enfrenta un problema de impotencia la manifestación más evidente reside en que la erección pierde su intensidad, de tal forma que el pene:

• No alcanza sus máximas dimensiones, a las que ya el paciente esta acostumbrado.

• No esta caliente, sino mas bien tibio o hasta puede estar frío.

• Se convierta en un órgano blando sin la firmeza característica como la que se experimenta cuando tensamos al máximo un brazo o una pierna.

• No se levanta hasta alcanzar un ángulo de 135 grados; es decir, el pene queda horizontal o con un ángulo inferior.

• La bolsa testicular o escroto no contrae ni acerca los testículos al cuerpo, mas bien queda blanda de tal forma que los testículos pueden bambolear.

• El semen chorrea, sale sin fuerza, sin presión, de manera que no sale expulsado a varios centímetros de distancia del pene.

AUTOMATICIDAD

Los cuadros de impotencia también se manifiestan con una disminución en la frecuencia e intensidad de las erecciones reflejas, que son aquellas que ocurren a lo largo del día de manera espontánea sin que medie un estimulo sexual.

Así el paciente nota que las erecciones al despertarse, durante la noche, cuando retiene la orina o la defecación o las que ocurren en el día, son cada vez menos frecuentes y más débiles, hasta llegar a desparecer en casos severos.

PERIOCIDAD

El hombre puede mantener relaciones sexuales todos los días, y un mismo día puede tener varias relaciones sexuales, gracias a la enorme capacidad de recuperación que posee el reflejo de la erección.

Esta enorme capacidad sexual se ve afectada cuando se instaura una condición que altera la erección, de tal forma que el varón amerita largos periodos para poder recuperarse.

Entre mas avanzada este la enfermedad mayor será ese periodo. Así el varón pierde la capacidad de tener varias relaciones sexuales el mismo día y conforme avanza el problema de fondo es incapaz de tener relaciones sexuales diarias, hasta el punto en que amerita de varios días y hasta semanas para poder una nueva relación sexual.

REACTIVIDAD

La respuesta sexual masculina no requiere de mucho para hacerse notar, el mas leve estimulo físico o mental basta para que rápidamente se desencadene una intensa, y prolongada erección.

Esta capacidad de reacción también se ve afectada cuando se instaura una condición que altera la erección, de tal forma que se el individuo requiere de estímulos mas fuertes y mas prolongados para lograr una erección.

Conforme la enfermedad causante de la impotencia progresa, la erección solo se consigue con estímulos mayores, así algunos recuren a la pornografía, optan por infidelidades, visitan ambientes sexualmente explícitos, o le piden a la pareja que los estimule por periodos de quince o veinte minutos y mas para conseguir una erección.

Conforme pasa el tiempo estos estímulos solo consiguen erecciones débiles y si no se busca ayuda médica llegará el momento en que no conseguirá la erección.

Ante esta situación algunos varones recurren al licor y a las drogas ya que impera en el medio la falsa idea de que estas tóxicas sustancias propician el desempeño sexual, desde luego que con esto solo consigue afectar mas el reflejo de la erección.

PREDOMINANCIA

La erección es una insolente, no respeta a nada ni a nadie, hace su aparición donde quiera y como quiera aun en situaciones de stress o tensión.

El varón sexualmente sano no requiere de esfuerzo alguno para conseguir la erección, es decir, no es necesario que el varón la invoque o que se concentre, por el contrario es común que la erección más bien sorprenda y avise al varón de su presencia.

Esta predominancia eréctil se ve minada conforme la enfermedad de fondo afecta el reflejo de la erección. En esta situación la erección se vuelve cada vez más vulnerable al stress que provoca la fatiga física, las arduas jornadas de trabajo, el sufrimiento emocional y las situaciones apremiantes.

En estas circunstancias el varón amerita estar concentrado y gozar de un ambiente tranquilo para propiciar la erección. Cualquier estimulo externo lo desconcentra y hace que la erección pierda firmeza.

Colocarse el preservativo representa todo un reto, porque la erección tiende a desvanecerse. Un ruido en la habitación contigua, un teléfono que suena, un perro que ladra, son motivos suficientes para que la erección se falseé.

Conforme la enfermedad avanza el paciente requiere cada vez mas concentración y cada vez mas tranquilidad para lograr un buen desempeño, y si no se consulta, llegará el momento en que a pesar de contar con toda la tranquilidad del mundo la erección ya no se consigue.

MANIFESTACIONES INICIALES

Los fallos eventuales son los primeros avisos de la existencia de un problema eréctil. Aún cuando el desempeño sexual se mantiene intacto en la mayoría de las relaciones sexuales, hay fallos cada cierto tiempo en los cuales, o no se consigue la erección o esta es débil.

En algunos casos el varón consigue la penetración, pero a expensas de un gran esfuerzo y con el enorme temor de que en cualquier momento la débil firmeza se desvanezca.

Estas primeras pifias sexuales suceden con más frecuencia en situaciones apremiantes, de desgaste físico o psicológico, es decir después de arduas faenas de trabajo, en periodos de stress o en situaciones de tensión.

Hay que ser claros que esto no significa que es el stress el causante, sino que los problemas de erección en etapas tempranas son más evidentes cuando el individuo se encuentra agobiado.

Desdichadamente muchos hombres no buscan ayuda medica porque atribuyen cada fallo esporádico al cansancio, al estrés, a las preocupaciones, cuando en realidad se trata de un problema real de la erección.

Claro esta, a medida que la enfermedad de fondo avanza, la impotencia aparecerá incluso en situaciones de relajamiento y descanso, y es justo en este momento cuando el hombre se empieza a preocupar y es cuestión de tiempo para que su fallas recurrentes lo motiven a buscar ayuda.

En un inicio, los fallos en la erección se presentan en una de cada diez relaciones sexuales o menos. Conforme pasa el tiempo, los fallos aumentan progresivamente, hasta comprometer la mayoría de las relaciones sexuales.

En este proceso gradual de fallas cada vez más frecuentes, el varón pierde la seguridad en sí mismo. Ante cada relación sexual, enfrentará la incertidumbre de si podrá alcanzar una erección firme.

Al pasar el tiempo, el varón advierte que algunas veces funciona bien en la primera relación sexual. Sin embargo, luego de dar la pausa acostumbrada, no consigue la erección suficiente para una segunda relación sexual. En ocasiones, logra esa segunda relación, pero con una erección débil muy lejana de la firmeza característica.

Posteriormente, el varón notará que no puede tener relaciones sexuales en días consecutivos. Después de una relación sexual, pasan días sin que obtenga el empuje sexual y la erección suficiente para una nueva relación sexual.

Concomitantemente, el paciente se percata que las acostumbradas erecciones matutinas, a lo largo del sueño y en el transcurso del día disminuyen. Ya no son ni tan intensas ni tan frecuentes.

MANIFESTACIONES AVANZADAS

Después de estas manifestaciones iniciales, los problemas en la erección se vuelven evidentes. Las fallas son cada vez más frecuentes y, muchas veces, resulta imposible mantener una relación sexual.

En esta etapa, la erección pierde gradualmente firmeza y rigidez; el pene erecto ya no apunta hacia arriba (135 grados) y más bien adquiere una posición horizontal. Conforme avanza el problema, la erección es tan débil que el pene apunta hacia abajo.

 En estas etapas, muchos varones sienten una vergüenza creciente y desmedida, la cual les impide buscar ayuda. Aunado por razones estrictamente culturales, la población masculina es rejega a consultar con el médico, de manera que muchos pacientes optan por tratamientos empíricos, homeopáticos o naturales, que con frecuencia solamente retrasan más el verdadero tratamiento.

Cada falla, cada fiasco, cada vergüenza, representa un verdadero golpe a la autoestima masculina. Algunos varones evitan el contacto sexual, rehúyen situaciones sexualmente provocativas tanto dentro del hogar en el caso de los hombres casados como en situaciones externas para los hombres solteros.

En el afán por encontrar una salida, una enorme cantidad de pacientes optan por probarse sexualmente con una nueva pareja, bajo la premisa de que es la pareja habitual la causa del problema. Claro esta, esta prueba solo corrobora sus temores, en el sentido que el problema es absolutamente él.

La mayoría de los hombres se ven obligados a consultar cuando la impotencia se presenta en todas las relaciones sexuales o en la inmensa mayoría de ellas.

En nuestros países desdichadamente los medicamentos como Viagra, Quantum, y Levitra, se venden sin receta médica o se consiguen fácilmente en el mercado. Muchos pacientes se automedican y experimentan una franca mejoría, la cual es transitoria, en el tanto no se encuentre la causa de la impotencia.

La desesperación vuelve cuando las fallas se hacen presentes aun tomando estos medicamentos. Los aumentos en las dosis ya no surten resultado y es justo ahí donde de manera tardía muchos pacientes se ven obligados a consultar.

Es común que, para esta etapa, las manifestaciones sexuales del problema abarquen no solo la erección, sino que en muchos casos compromete el deseo sexual y provoque conflictos de pareja.

DIAGNOSTICO

El diagnóstico suele ser sencillo, pues el relato es suficiente para confirmar que el paciente padece de un problema de erección, el punto, es diagnosticar la causa del problema, lo cual requiere de un meticuloso análisis que incluye múltiples exámenes.

Es importante señalar que ciertos pacientes consultan por que desconocen el funcionamiento normal del pene durante la erección, de tal forma que temen padecer de una impotencia cuando en realidad están sexualmente sanos.

Tal es el caso del hombre que consulta porque no pueden tener varias relaciones sexuales seguidas, es decir, porque pierden la erección con la salida del semen. Estos pacientes piensan que sufren de impotencia. Recordemos que, con la salida del semen es natural y normal que la erección se desvanezca durante un lapso de diez minutos o más.

Otros consultan alarmados porque años atrás tuvieron una única falla y hoy, con tanta información, temen que sea la antesala de un problema de impotencia. Es importante saber que una falla aislada es normal; el problema es cuando la falla es repetitiva.

También es usual la consulta cuando la erección se pierde y se recupera en sesiones sexuales prolongadas. Esto es totalmente normal. Si una pareja opta por realizar masajes, sexo oral, besos y caricias durante varias horas, es normal que la erección fluctúe, se pierda y se consiga de manera variable.

CAUSAS

Las enfermedades que afectan los sistemas implicados en la respuesta sexual masculina, pueden provocar la impotencia. Así los órganos del sistema cardiovascular, sistema músculo esquelético, sistema nervioso y del sistema glandular deben ser estudiados minuciosamente para encontrar la causa de la impotencia.

Muchas personas se sorprenden cuando en una consulta por impotencia se le indican exámenes sobre el funcionamiento del hígado o el páncreas, por ejemplo, porque desconocen que la sexualidad requiere de toda una armonía corporal.

En el Instituto Costarricense de Sexología, hemos encontrado que cerca del 90% de los cuadros de impotencia son causados por estas entidades:

• Diabetes
• Presión alta.
• Alteraciones en la glándula tiroides
• Alteraciones en los testículos
• Elevación de las grasas como el colesterol y los triglicéridos
• Alteraciones cerebrales como prolactinomas y problemas hipofisiarios e hipotalámicos.
• Mal funcionamiento del hígado
• Efectos secundarios de medicamentos usados en el tratamiento de la presión alta y la gastritis, entre otros.
• Licor

Para determinar cuál de estas enfermedades está provocando el cuadro de impotencia, se realizan exámenes de sangre, orina, ultrasonidos y, en algunos casos, pruebas tan complejas como el TAC y la resonancia magnética nuclear.

En nuestra experiencia clínica, la impotencia rara vez es causada por un problema psicológico. Por lo general, el estrés, los conflictos maritales y la tensión laboral afectan la erección de quienes tienen un problema físico de fondo y no se han dado cuenta.

Es decir, es frecuente que un problema psicológico evidencie una impotencia provocada por un problema físico que se encuentra en una etapa inicial.

DIABETES (AZUCAR EN SANGRE)

La diabetes es una enfermedad muy común en nuestra población, en la cual hay una elevación de los niveles de azúcar en la sangre, que provoca una serie de lesiones en múltiples órganos.

Específicamente, la diabetes produce problemas con la erección porque lesiona las arterias que llevan la sangre al pene, de tal forma que la cantidad de flujo sanguíneo durante la erección se disminuye de manera considerable, además altera los nervios responsables del reflejo de la erección.

En general, un paciente que cumpla ha cabalidad con el tratamiento de la diabetes mantendrá su integridad sexual, desdichadamente, el tratamiento incluye una dieta especial, así como un adecuado control de peso, y la realización de ejercicio periódicamente, y es común que el paciente no cumpla con estas medidas, por lo cual es muy común que la diabetes provoque impotencia.

Actualmente se considera que si un paciente diabético tiene problemas de impotencia es probable que tenga mas riesgo de desencadenar un infarto o un derrame ya que las arterias que llevan sangre al corazón y al cerebro probablemente están igual de lesionadas que las arterias del pene.

HIPERTENSION ARTERIAL (PRESION ALTA)

La hipertensión arterial también es una enfermedad muy frecuente en Costa Rica, en la cual las arterias generan un tensión mayor con lo cual el corazón se ve obligado a desplegar un mayor esfuerzo para impulsar la sangre al todo el organismo.

La presión alta, lesiona de manera importante las diversas arterias del cuerpo y específicamente las arterias que llevan sangre al pene, de tal forma que disminuye la cantidad de sangre durante la erección, provocando problemas de impotencia.

Esta enfermedad al igual que la diabetes requiere además del tratamiento medicamentoso una serie de medidas colaterales como dieta, ejercicio, y un control adecuado del peso, medidas que muchos pacientes no asumen, por esta razón muchos pacientes hipertensos desarrollan problemas de impotencia.

Al igual que con la diabetes, hoy se considera que si un paciente hipertenso tiene problemas de impotencia es probable que tenga mas riesgo de desencadenar un infarto o un derrame ya que las arterias que llevan sangre al corazón y al cerebro probablemente están igual de lesionadas que las arterias del pene.

ALTERACIONES TIROIDEAS

La tiroides es una glándula que se encuentra en la base del cuello, y es la encargada de cumplir una serie de funciones muy importantes para el organismo.

Cuando la glándula baja su producción hormonal se produce un cuadro llamado hipotiroidismo el cual se manifiesta por pereza, cansancio, agotamiento, irritabilidad, tristeza, llanto espontáneo, olvidos, problemas digestivos, resequedad en la piel, trastornos menstruales y problemas sexuales entre ellos impotencia.

La mayoría de las veces esta enfermedad es de tipo familiar y es común que el paciente no consulte porque los síntomas van apareciendo de una manera gradual, de tal forma que el paciente se acostumbra a esa vida tan solapada.

No se sabe cual es el mecanismo por el cual la baja función de la tiroides provoca problemas de erección, se cree que puede ser al disminuir la producción de hormonas testiculares, o al aumentar las grasas en la sangre.

En la mayoría de los pacientes con el adecuado control y el cumplimiento del tratamiento la evolución es satisfactoria.

PROBLEMAS TESTICULARES

Cuando la producción de las hormonas del testículo se encuentra disminuida se experimentan múltiples síntomas sexuales entre ellos perdida en el deseo sexual y problemas de erección.

Este descenso hormonal puede ocurrir por infecciones a nivel testicular, problemas genéticos o cuando se toman sustancias para aumentar la masa muscular sin que medie una supervisión médica, como suele ocurrir en algunos gimnasios.

La recuperación dependerá de la causa de fondo, en general en la mayoría de los casos contamos con tratamientos altamente eficaces.

ELEVACION DE LAS GRASAS EN SANGRE (COLESTEROL Y TRIGLICERIDOS)

Las grasas en la sangre tiene que mantenerse en niveles adecuados de lo contrario se depositan en las paredes de las arterias provocando disminución en la cantidad de sangre que llega a los órganos, entre ellos al pene, lo cual se manifiesta con problemas de erección.

Para que el colesterol y los triglicéridos entre otras grasas provoquen daño arterial deben permanecer aumentados por mucho tiempo, por eso clásicamente se consideraba que era daños que se manifestaban predominantemente en personas mayores.

Debido a los nuevos hábitos de vida de la población, la obesidad se hace presente desde la infancia, de tal forma que los problemas de impotencia están apareciendo a edades cada vez mas tempranas, incluso en pacientes de veinticinco años.

Aun cuando la recuperación es sumamente favorable, el problema radical reside en la enorme dificultad que encuentran los pacientes para cambiar sus enfermizos hábitos de vida.

PROBLEMAS EN LAS HORMONAS CEREBRALES

Esta es una condición relativamente frecuente en la cual una glándula especializada que se encuentra en la base del cerebro comienza a secretar una hormona llamada prolactina que inhibe el deseo sexual y afecta la erección.

Además de los problemas sexuales, esta enfermedad llamada hiperprolactinemia provoca, cansancio, pereza, agotamiento, dolor de cabeza, secreción por el pezón, dolor en los pezones, agrandamiento del pecho masculino, y problemas visuales.

La hiperprolactinemia es fácil de diagnosticar y su tratamiento es simple si se detecta a tiempo, y en general los pacientes recuperan tanto su función sexual como el buen estado general.

La verdadera problemática reside cuando el diagnóstico es tardío, casi siempre debido a que el paciente no consulta. En esos casos, se requiere realizar una cirugía posterior a la cual el paciente debe tomar diversos medicamentos de por vida.

ALTERACIONES DEL HIGADO

El hígado es un órgano estelar en el funcionamiento corporal, al extremo que todos los órganos directa o indirectamente requieren del funcionamiento hepático y los órganos sexuales no son la excepción.

Cuando la función del hígado se ve afectada y ciertas sustancias como las bilirrubinas y las transaminasas aumentan se provoca una serie de molestias como decaimiento, dolor de piernas, trastornos digestivo y alteraciones sexuales, específicamente perdida del deseo e impotencia.

El daño hepático puede ser causado por muchas entidades las mas comunes son el alcohol, el sobrepeso, y las infecciones algunas de ellas de tipo venéreo como la Hepatitis B.

En general la recuperación esta en relación con la causa de fondo, por ejemplo, el paciente no se recuperara si la lesión es por licor y no deja de tomar.

Las lesiones hepáticas son causa comun de trastornos sexuales porque cada vez mas la población sufre de sobrepeso, abusa del l licor y consume drogas inyectadas que son fuentes de posibles contagios con diversos tipos de virus.

DROGAS

Las drogas en términos generales afectan la respuesta sexual de manera considerable, curiosamente a nivel social existe la creencia contraria, y es frecuente que una persona que presenta fallas en el desempeño sexual recurra a las drogas, empeorando aun más la situación.

FUMADO:El cigarro lesiona las arterias que llevan la sangre al pene, provocando cuadros de impotencia que suelen ser difíciles de tratar, más aun cuando el paciente no logra superar esta adición.

EL LICOR: El licor es el responsable de una enorme cantidad de fallas en la erección. Hay que recordar que en cantidades bajas como de una cerveza o un trago de licor, es poco el efecto y puede provocar que el individuo que maneja temores hacia el sexo o hacia las mujeres se sienta desinhibido, pero en cantidades mayores suele provocar dificultades para conseguir y mantener la erección.
Masters y Johnson menciona que cerca del 40% de los alcohólicos tienen problemas de erección debido a que el licor disminuye la producción de hormonas sexuales, daña el hígado, altera los nervios, hace mas vulnerable el cuerpo a las infecciones y provoca problemas nutricionales. Cuando se ha bebido grandes cantidades por mucho tiempo, los daños sexuales son difíciles de revertir.

DROGAS: La cocaína, anfetamina, morfina, y heroína son drogas que afectan la erección, aun cuando se crea socialmente se crea lo contrario. Los estudios indican que entre el 17% y el 40% de los adictos sufren de impotencia. Particularmente con la marihuana los estudios señalan que uno de cada cinco de las personas que fuman marihuana a diario tienen problemas de erección

EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS MEDICAMENTOS

Los medicamentos pueden afectar indirecta o directamente la erección. Es raro que un medicamento que se toma por unos días provoque alteraciones, en general el efecto negativo sobre la sexualidad y específicamente sobre la erección lo observamos en aquellos fármacos que se toman por largos periodos de tiempo.

Por eso hay que tener en cuenta que los tratamientos de enfermedades crónicas es decir enfermedades que se padecen toda la vida son los que pueden provocar problemas sexuales.

Tal es el caso de algunos medicamentos para tratar la presión arterial, cuadros ulcerosos, problemas psiquiátricos, y algunos tipos de problemas cardiacos y tiroideos.

Ante la sospecha de que es el medicamento el causante de un problema sexual lo que procede es consultar con el médico para que realice una valoración, nunca se debe suspender o cambiar el medicamento sin aprobación médica.

Cuando se identifica el medicamento causante del problema sexual, el médico lo cambia por otro fármaco y en muy poco tiempo se recupera el desempeño sexual.

LA SALUD ESA VARIABLE CRUCIAL

A lo largo de la historia de la humanidad los hombres se han ganado el pan nuestro de cada día con el sudor de su frente, el trabajo demandaba arduas labores y un fuerte despliegue físico, que redundaba positivamente en el estado de salud.

Por tal razón, diversas enfermedades que afectan la sexualidad aparecían tardíamente en la vida y el varón gozaba de una excelente vida sexual por años.

Con los cambios que la revolución industrial introdujo en el campo laboral, se necesitó cada vez menos la fuerza bruta en el proceso de producción, hasta llegar al estado actual en la cual la mayoría de los trabajadores desempeñan funciones laborales que no exigen esfuerzo físico.

Esto ha provocado que hoy tengamos cuerpos menos sanos y por ende mas vulnerables, así aquellas enfermedades que antes aparecían después de los cincuenta años hoy se hacen presentes desde la tercera y cuarta década de la vida.

Las personas que han vivido décadas enteras con sobrepeso, con habitos sedentarios, con dietas ricas en grasa, son los que, más temprano que tarde desarrollarán problemas de impotencia sexual.

Las personas que han pasado grandes segmentos de su vida sin hacer ejercicio, sin consumir dietas ricas en fibras, frutas, legumbres y verduras, de manera inoxerable tendran alteraciones en la erección.

De igual manera aquellos que han tenido el vicio del tabaco, o el consumo de bebidas alcoholicas o de drogas mayores tambien tienen una alta posibilidad de enfrentar problemas sexuales, particularemnte con el deseo sexual y con la erección.

Debido a que estos habitos de vida se estan adquiriendo desde la misma infancia es que hoy vemos los problemas sexuales en personas jovenes, y no como antes, solo en personas mayores.

Ese nocivo estilo de vida no solo daña directamente la respuesta sexual sino que tambien provoca una serie de enfermedades que dañan aún mas el desempeño sexual, como diabetes (azucar en la sangre), hipertension arterial (presion alta), dislipidemia (colesterol y trigliceridos), entre otras.

Recientes investigaciones indican que la impotencia suele ser una señal que precede en ciertos casos a afecciones mayores como el infarto y el derrame cerebral. Se entederá que esto es particularmente cierto en el paciente obeso y sedentario.

Afortunadamente la ciencia hoy ha acumulado el conocimiento necesasrio para evitar que todas estas afecciones hagan su aparición, ademas se cuenta con tratamientos altamente efectivos que permite que la salud no se vaya deteriorando progresivamente.

Sin embargo, en el tratamiento de la mayoría de estas enfermedades es imperativo un cambio en el estilo de vida, y la experiencia cotidiana nos dice que porcentajes muy altos de estos enfermos no estan dispuestos a realizar ese cambio.

Talvez resulte poco creible, pero rubros importantes de los pacientes diabeticos e hipertensos no solo incumplen con la dieta y ejercicio sino que ni siquiera toman regularmente sus medicamentos.

Es claro que con estos habitos de vida de la sociedad actual el deterioro sexual probablemente madruge a muchos en edades en edades muy tempranas y las discapacidades, pueden aparecer en algunos a los cincuenta o sesenta años.

Tenemos que recordar que enfermedades como la diabetes y la hipertension, son precursores del infarto y del derrame y son estas enfermedades las que provocan daños tan fuertes que dejan al paciente en estados sumamente vulnerables, usando mantillas, andaderas, y con limitaciones en el habla, y la deambulación.

Cuando esto sucede la sexualidad deja de ser un sueño realizable, ya el deterioro fiscio general impide el desempeño sexual aun cuando el paciente mantenga el deseo sexual.

Con los avances de la ciencia, hoy podemos afirmar que la salud corporal es la variable clave para una buena salud sexual, que el ejercicio, la dieta, el cuidado del peso, asi como el control adecuado de las diversas enfermedades, deben ser la prioridad de todos aquellos que quieren mantener una vida sexual a lo largo de toda su vida.

TRATAMIENTO

El manejo actual de la impotencia consiste en tratar la enfermedad de fondo que altera la erección.

Los medicamentos como Viagra, Herex, Quantum o Levitra se utilizan de manera transitoria, mientras el tratamiento hace efecto y las erecciones regresan de manera espontánea. Su uso permanente se reserva a aquellos casos severos en los cuales el daño es irreversible.

Es muy importante señalar que los medicamentos que se administran vía oral, como Viagra o Quantum o Levitra no son los únicos que existen.

Si un paciente acude en etapa tardía y ya no responde a estos fármacos, existe una enorme gama de medidas terapéuticas como medicamentos inyectados y hasta prótesis.

De manera que hoy en día para la mayoría de los pacientes con problemas de impotencia hay múltiples soluciones que abarcan una amplia variedad de opciones terapéuticas.

PREVENCION

Una vida sana, con dietas ricas en frutas, verduras, legumbres, con abundantes líquidos y ejercicio frecuente, es la clave para mantener la erección íntegra o evitar el avance de los problemas existentes.

Tal y como hemos señalado en este libro, en la mayoría de los casos la consulta en etapas tempranas permite superar del todo la disfunción eréctil, con lo cual se evita el uso permanente de medicamentos para conseguir la erección.

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