LA BOLSA O LA VIDA
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Soy un hombre casado de 34 años. Yo dependo del trabajo para vivir, como la mayoría de la gente. Afortunadamente soy programador y tengo jornada completa de teletrabajo. Pero no entiendo cómo la gente se arriesga tanto. Uno no debe arriesgarse ni por el dinero. La salud está primero. Yo veo el virus, como un ladrón que te dice: “la bolsa o la vida”. No hay duda de lo que todos debemos escoger.
Es claro que aquellos que cuentan con recursos como para no trabajar en estos días, sea porque son pensionados, porque viven en la abundancia, o porque tienen ahorros suficientes, se comportan irracionalmente si en se exponen al riesgo de un contagio, en el nombre del trabajo.
Sin embargo, debemos señalar que porcentajes importantes de nuestra población requieren del ingreso diario para enfrentar los gastos de alquiler, comida, escuelas, medicinas y demás, de tal forma, que no pueden “darse el lujo” de dejar de trabajar y por lo tanto asumen el riesgo de infectarse simplemente porque no tienen otra opción. Se entenderá la gravedad de la situación en el sentido que muchos, más aún en las clases desposeídas, viven con familiares mayores, o enfermos.
Hay otros que con cierto cinismo proclaman a los cuatro vientos la inexistencia de la PANDEMIA y pregonan que todos deberíamos estar trabajando normalmente, mientras ellos sí se mantienen resguardados en sus casas. Es decir, pretenden que el riesgo lo asuman otros, usualmente los trabajadores, pero no ellos. Muchos lo hacen en aras de mantener sus ingresos porque son dueños de empresas, negocios y demás. De estos, ni siquiera deberían ser oídas sus mezquindades.
El consejo sabio sin lugar a dudas es “quédate en casa”, en la medida de lo posible, y solo se debe salir a hacer lo estrictamente necesario.