SI LA CIRCUNCISIÓN CURA LA EYACULACIÓN PRECOZ, PREFIERO OPERARME.
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Soy un hombre de 27 años. Mi vida sexual siempre anduvo bien debido a que por mi trabajo no tenía una pareja estable, así que tenía relaciones por aquí y por allá. Hace tres años, ya no viajo tanto, y formalicé un vínculo, pero mi pareja ha sido muy clara en decirme que termino muy rápido, yo creo que antes me pasaba, pero ni me daba cuenta por lo fugaz de las relaciones que tenía. He leído en internet que la circuncisión cura este problema, si es así, yo prefiero operarme.
La eyaculación precoz es un problema sexual muy frecuente que probablemente lo han padecido cerca del 70% de la población. Esta disfunción no solo afecta al varón quien ve como se acorta la duración del acto sexual, sino también a la mujer quien se ve imposibilitada del deleite por lo rápido que él termina.
Durante años se han ensayado una enorme cantidad de tratamientos empíricos que no brindan solución al problema, y también por mucho tiempo la ciencia no se abocó al problema.
De este desconcierto surgió la idea de que la circuncisión podría representar una posible solución, así por muchos años se recomendó esta operación. Hoy sabemos que la circuncisión no modifica el rendimiento sexual y por lo tanto ya no se realiza con el objetivo de mejorar el control eyaculatorio. Desde luego, que se continúan realizando la circuncisión para otras situaciones médicas como la estrechez del prepucio, entidad llamada fimosis.
Los tratamientos actuales pretenden ante todo encontrar la causa del problema eyaculatorio para así de esta manera instaurar un tratamiento que lo resuelva y con el cual se logra el control eyaculatorio. Este tipo de abordaje es sumamente efectivo y resuelven el problema en más del 90% de los pacientes.