EN LA CAMA ME HABLA COMO UNA CHIQUITA
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Soy un hombre casado de 38 años. Tengo más de diez años de casado y nunca me he sentido sexualmente bien con mi esposa. Ella es una mujer profesional y muy diligente laboralmente, pero cuando estamos en la intimidad me habla como una chiquita, se hace “la chineada” y eso a mí como que me inhibe. A mí me gustan las mujeres atrevidas y picaras, y ella no es así. En todos estos años no he sabido como decírselo sin que la recienta.
Las personas tienen diversas formas de comportarse en la intimidad y es relativamente común que, en los primeros encuentros sexuales, se utilicen diminutivos como forma de expresar afecto sobre todo cuando el vínculo tiene un fuerte ligamen emocional. También es común que algunas parejas, actúen como asumiendo un rol “infantil” o de “inocentes” porque esto le resulta excitante o porque creen que a la pareja le resulta seductor.
Sin embargo, cuando un comportamiento, una conducta o un gesto de la pareja resulta inhibidor, molesto o irritante, de inmediato se debe propiciar una conversación, en buenos términos, para comentarlo. La mayoría de las personas no tienen inconveniente para modificar estos comportamientos.
Sin embargo, puede que después de tanto tiempo de estar juntos la pareja se sienta sorprendida de que hasta ahora se le entere de tal desavenencia, por lo que hay que tener mucho tacto para conversarlo de una manera asertiva y respetuosa.
Muchos se sienten incómodos con estas conversaciones y prefieren buscar ayuda profesional, con la cual suele resultar muy sencillo resolver este tipo de problemas. Sirva esta pregunta para recordar que en general, todas las parejas deben propiciar conversaciones sobre el tema sexual, de tal forma que puedan expresar cómo se sienten, que les gustaría cambiar y señalar aquellas áreas que deben reforzar.