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SALUD SEXUAL MASCULINA

VARICOCELE

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VARICOCELE

Decenas de lectores nos han solicitado que abordemos el tema del varicocele, ya que es poca la información que hay disponible sobre este tópico, a pesar de ser una entidad relativamente frecuente en la población masculina.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Para entender a cabalidad que es un varicocele, tenemos que recordar que los testículos poseen una serie de venas encargadas de sacar la sangre ya utilizada. En algunas ocasiones estas venas se dilatan y se forman auténticas várices similares a las que se forman en las venas de las piernas, a las cuales llamamos varicocele.

Curiosamente, muchos pacientes no muestran ninguna molestia, mientras que en otros se presenta un cuadro florido caracterizado por:

• Dolor testicular que se irradia al muslo.

• Sensación de pesadez en el testículo.

• Molestias y dolor con ciertos movimientos y posiciones.

• Punzadas o cosquilleo en los testículos.

• Problemas para tener hijos (esterilidad).

• Disminución del tamaño del testículo.

• Presencia de una vena dilatada y dolorosa que se detecta fácilmente con la palpación.

Estas molestias suelen ser intermitentes y se presentan sobre todo después de las relaciones sexuales, del ejercicio, al final de un día caluroso o después de estar mucho tiempo de pie. Un rasgo característico, es que el dolor cede con los analgésicos usuales.

Los estudios reportan que un 15% de la población masculina presenta varicoceles y en los hombres con problemas de fertilidad, el porcentaje llega al 40%. Esta enfermedad es más frecuente entre los 15 y 25 años y afecta más al testículo izquierdo.  Estudios recientes indican que la prevalencia del varicocele aumenta con la edad a razón de un 10% por cada década de la vida. Así, a los ochenta años, el varicocele estará presente en el  75 % de los hombres.

El tratamiento consiste en una operación muy simple. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes los varicoceles no se operan. La cirugía se reserva para aquellos casos en que:

• Las molestias interfieren con la vida del paciente ya sea dolor, sensibilidad, pesadez o incomodidad.

• Hay alteraciones en la calidad o cantidad de semen o dificultades para lograr un embarazo.

• El testículo ha disminuido considerablemente  de tamaño.

Algunos autores también recomiendan la cirugía cuando el varicocele se aprecia a simple vista o está presente en ambos testículos.

Esta es una cirugía sencilla en la cual se realiza una incisión en la ingle y se ligan las venas varicosas. Se hace la incisión en la ingle porque por ahí ascienden las venas del testículo y es ahí donde es más fácil detectarlas y operarlas.

Solamente el 15 a 20% de los adultos que presentan varicocele serán infértiles y muchos recuperaran su fertilidad con la cirugía. Sin embargo, siempre hay un porcentaje importante de pacientes que, a pesar de la cirugía, no recobra su capacidad de tener hijos.

Es importante destacar que esta cirugía es muy segura y usualmente es de tipo ambulatoria. Es decir, el paciente se interna y egresa el mismo día. Usualmente no se presentan complicaciones importantes. Desde luego, como en cualquier otra cirugía, siempre existen riesgos.

Se pueden presentar infecciones en la herida que ceden fácilmente con antibióticos. También puede acumularse sangre el sitio de la incisión que se trata satisfactoriamente. Es relativamente frecuente que, varios días después de la cirugía, el testículo experimente un aumento considerable de tamaño producto del acumulo de líquido, entidad llamada varicocele. Este problema puede suceder hasta en un 5% de las cirugías. Sin embargo, con las nuevas técnicas, es cada vez menos frecuente.

La literatura menciona que entre un 10 a un 25% de los pacientes operados pueden posteriormente presentar un nuevo varicocele, usualmente en el mismo testículo. Afortunadamente, con las técnicas actuales, ese porcentaje se ha disminuido considerablemente.

Una vez operado, durante las primeras 24 horas el paciente debe guardar reposo. El segundo día, debe caminar y evitar largos periodos sin moverse. La mayoría de los pacientes restablece su vida normal entre el séptimo y el decimoquinto día, excluyendo levantar objetos pesados y realizar grandes esfuerzos, ejercicios o faenas laborales.

La herida de esta cirugía es pequeña  y se cubre con un apósito o gasa durante el primer día. Posteriormente solo requiere limpieza con agua y jabón. Es recomendable la aplicación de hielo sobre la herida para disminuir la inflamación.

Normalmente se cita al paciente a los ocho y a los treinta días, dependiendo de la evolución de las heridas y de los procesos de cicatrización. La mayoría reinician la vida sexual entre los diez y quince días después de la cirugía.

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