PREGUNTAS COTIDIANAS
CREO QUE ME ORINÉ Y ÉL ME DIJO QUE ERA EL PUNTO G
Tabla de Contenidos
Soy una mujer de 31 años. Me costó mucho superar el divorcio y preferí darme un tiempo sin tener vida sexual. En diciembre tuve relaciones con un compañero del trabajo y me pasó algo que nunca había experimentado sexualmente. Al momento de la penetración sentí un enorme placer y varios orgasmos seguidos pero lo que me preocupó es que tiré mucho líquido; como si me estuviera orinando, pero era agua sin olor. Estoy preocupada. Él me dijo que era el punto G.
Esta es una situación relativamente frecuente que genera incertidumbre y sorpresa en ambos miembros de la pareja. En pleno acto sexual, y en medio de intensas sensaciones de placer, la mujer siente ganas de pujar y al momento de hacerlo nota la salida de grandes cantidades de líquido que, al terminar la relación, ha empapado la ropa de cama y hasta el mismo colchón.
Al inicio los amantes lo consideran un simple percance, suponen que de tanto placer ella no pudo contener la orina. Sin embargo, las parejas no tardan en darse cuenta de que, aunque las sábanas están empapadas, no tienen el bien conocido olor a orina. Y en algunos casos, los amantes detallan que el líquido expulsado es blanco o transparente, es decir, no tiene el amarillo oro o el amarillo paja característico de la orina.
Desde luego, esto genera más extrañeza y algunos hasta temen que se halla reventado algún órgano interno o producido una lesión en los genitales. En realidad, esta salida de líquido es lo característico de la eyaculación femenina: un líquido claro, que sale a gran velocidad por el caño de la orina, que no huele a orina ni es orina. Ese líquido es del todo normal y sale al estimular adecuadamente el mítico punto G.