EN LA CASA SOLO PASA SENTADA FRENTE A LA COMPUTADORA
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Soy un hombre de 33 años. Tengo siete años de casado y los dos primeros años fueron fabulosos. Luego mi esposa como que se fue haciendo muy afín a navegar por internet, y ahora apenas llega del trabajo se sienta en la computadora a ver páginas de entretenimiento, es tanto el tiempo que le dedica a eso que casi no tenemos relaciones y hasta diría que ha descuidado el hogar y a los hijos. Yo le hablo, pero se da por ofendida.
Internet nos ofrece un mundo fascinante, en el cual podemos ponernos en contacto con prácticamente todo tipo de información, tanto laboral, deportiva, como profesional. Nadie duda de la enorme utilidad que representa Internet. Sin embargo, se ha descrito que algunas personas pueden desarrollar una especie de dependencia, y que de manera sorprendente relegan actividades verdaderamente importantes, para estar navegando en la red.
Estas personas paulatinamente abandonan las actividades cotidianas, como el ejercicio, la salida con amigos, las actividades familiares, la vida en pareja, para destinar todo el tiempo posible a la web. En personas solteras, la situación puede convertirse en algo grave, porque pocos se percatan de la situación. Por el contrario, cuando sucede con personas casadas o con hijos, la pareja lo nota y trata de ayudar,
En muchos casos con esa ayuda es más que suficiente, pero a veces más bien se ve con malos ojos la ayuda de la pareja, y el individuo, ignorando su problema, continúa y hasta aumenta las horas de exposición a la web. En esos casos, se pone en peligro la estabilidad familiar, el vínculo de pareja, la salud del individuo y en muchos casos hasta la esfera laboral, de tal forma que es prioritario buscar ayuda profesional.