INICIANDO UN VÍNCULO, ME SALIÓ UN HERPES
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Soy un joven soltero de 30 años. Hace unos días publicaron en esta columna la pregunta de un joven sobre el herpes y los besos. Yo acabo de empezar con una compañera de trabajo, y solo hemos tenido besos y caricias, pero nada íntimo. Pero comencé con un brote en la boca y viendo las lesiones son muy parecidas a las que se describen en internet como las que causa el herpes. Yo había tenido un brote así, pero antes de iniciar mi vida sexual.
El herpes I es un virus que ha estado presente desde las primeras civilizaciones. Los romanos describen su presencia en tiempos de Tiberio, al punto que la historia destaca un decreto de este emperador en el que se prohibían los besos, porque ya se presumía que su contagio ameritaba el contacto de los labios. En Occidente se calcula que la mayoría de la población tiene este virus, y usualmente son los padres los que infectan a los hijos en etapas tempranas de la vida.
Como pasa con muchas virosis, la mayoría de las personas contagiadas nunca tienen un brote o si lo tienen es tan leve y transitorio que no se dan cuenta o lo atribuyen a una irritación banal. Solo un porcentaje muy bajo, tiene síntomas como para consultar y es ahí donde se realiza el diagnóstico. Por lo general, los brotes suceden muchos años y a veces décadas después de haber adquirido el virus.
Se ha descrito que los brotes son más frecuencia ante situaciones de tensión, preocupaciones y cansancio, como sucede en estos días de PANDEMIA, aun cuando haya estado en el organismo en un estado de latencia durante mucho tiempo.
Por eso, es difícil determinar cuando una persona se infectó y no es prudente creer que fue esta o aquella, porque es más probable que el contagio haya sucedido en etapas tempranas de la vida.