NO SIENTO NADA
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Soy una mujer soltera de 26 años. Siempre disfruté mucho de la sexualidad. Hace dos años tuvimos nuestro segundo bebé, el parto fue muy difícil porque venía sentado. Después del parto noté que ya no siento igual con las relaciones. La penetración no me genera el placer de antes y me cuesta mucho llegar al orgasmo cuando antes se me hacía muy fácil. Pensé que era por la lactancia, pero ya tengo casi nueve meses de que no doy de mamar y sigo igual.
En general, el parto vaginal representa un enorme esfuerzo para la zona genital que se ve expuesta a una distensión sin igual. Normalmente, la vagina es un orificio que está permanentemente cerrado y tiene la capacidad de distenderse entre cinco a siete centímetros. Sin embargo, durante el nacimiento, es común que el cuerpo del niño, y en particular la cabeza, superen con creces esas cifras, provocando en algunos casos desgarros tanto en los tejidos ricos en colágeno como en los músculos. Esto tiende a suceder sobre todo en los partos difíciles, en los partos prolongados o cuando se usan fórceps.
Usualmente estos desgarros se suturan una vez nacido el niño, sin embargo, en algunos casos la reparación es parcial y puede que la mujer note que la vagina ya no está tan cerrada como antes, lo que condiciona que la penetración no sea tan placentera y en algunos hasta dificulta la consecución del orgasmo.
Afortunadamente, hoy contamos con diversos tratamientos que nos permiten que la vagina recupere el tono normal y por ende la mujer recupera su respuesta sexual. Sin embargo, el éxito de los esquemas terapéuticos es mayor entre más rápido acuda la paciente, de ahí la importancia de consultar cuanto antes.