PREGUNTAS COTIDIANAS
MI FAMILIA NO LA ACEPTARÁ
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Soy un hombre divorciado de 34 años. Hace tres años rompí con una relación problemática que tenía con mi ex esposa. Salí con varias mujeres, pero con ninguna me sentí bien. Ahora tengo seis meses de que conocí a una mujer de mi edad que tiene una niña de dos años. Con ella me siento muy bien, como nunca antes, pero temo que mi familia no va a aceptar una mujer así. Yo sé que eso no debería importarme, pero sigo como trabado en la relación.
Decían los sabios del centro del mundo, que “la búsqueda de una pareja es la búsqueda de toda una vida”. Así sintetizaban lo difícil que resulta encontrar a esa persona que nos hace clic, no solo en un instante sino a lo largo de toda la vida. Es tan difícil, que son muchos los que vociferan a los cuatro vientos que no hay amor eterno, que las relaciones son furtivas y que todo amor se acaba rápidamente. Por eso, siempre se debe dar un lugar especial a las relaciones que prometen, a los vínculos que nos sacuden el alma y que nos llenan el corazón.
Que les guste a los amigos, que la apruebe el jefe o que reúna los atestados familiares es un aspecto secundario en materia emocional. Que sea una buena persona, que me quiera bien y que tenga un buen vivir, son los aspectos cruciales que definen una relación que inicia. Desde luego que los padres son importantes, pero no cabe duda de que lo que más ansían los padres de todo el mundo es ver felices a sus hijos, de manera que es cuestión de tiempo para que ellos cambien de opinión.
Desde luego como bien dice el cantor “los amores cobardes no llegan a amores”. Se requiere de mucha madurez para dejar a un lado las voces de la conveniencia. En el amor solo hay un juez y es el corazón, los demás están de más.