Soy una mujer de 27 años, vivo en unión libre. Comencé a tomar unas pastillas que me recomendó una amiga y me sirvieron mucho porque yo tenía la regla muy desordenada, el problema es que el doctor de la clínica me las quitó hace ya cuatro meses porque me deprimía mucho, el problema que he notado es que, aunque ya no las tomo sigue igual la depresión, o sea no eran las pastillas, pero no sé si las puedo volver a usar.

Las pastillas anticonceptivas son los medicamentos más estudiados en el campo de la medicina, por eso la ciencia conoce a fondo buena parte de las interacciones y efectos que provocan en el organismo. En términos generales, cosa que es bien sabida, son medicamentos muy seguros y confiables, sin embargo, en algunas mujeres pueden presentarse algunos efectos secundarios de cuidado entre ellos los cambios en el estado de ánimo.

Sobre todo, porque con las exigencias que impone nuestra sociedad, las perturbaciones mentales se han vuelto muy frecuentes y es muy importante detectarlas a tiempo y estudiarlas a fondo.

Por eso en la actualidad la recomendación internacional es que, ante la presencia de cuadros de ansiedad, depresión, o nerviosismo se suspenda de inmediato el anticonceptivo. Si al suspenderlo desaparecen los síntomas el ginecólogo optará por otro tipo de método.

Si, por el contrario, los síntomas persisten es muy probable que no sea la pastilla anticonceptiva la responsable y lo que procede es una valoración por parte del especialista en conducta humana quien realizará una serie de exámenes para encontrar la causa, y a la vez nos dirá si se pueden usar nuevamente el anticonceptivo.