Soy una mujer casada de 53 años. Usted dice que a mi edad todavía no soy vieja, pero yo creo que me agarró tarde para poder disfrutar la intimidad. Para mí el sexo siempre fue un deber, no era un martirio como para muchas, pero tampoco me hacía gracia. Siempre lo hice para complacer a mi esposo, y nada más. Hoy que veo sus programas, realmente lo lamento, porque yo era muy bonita, pero ya no, y a mi edad, ¿ya para qué?

Son muchas las personas, hombres y mujeres que han pasado largos periodos de su vida al margen de la sexualidad, teniendo relaciones más para complacer a la pareja que por el propio deleite. En esas circunstancias la gratificación sexual se muestra como algo lejano e impropio, al punto que se deja de pensar en sus propias expectativas sexuales. 

Por otra parte, en nuestra sociedad se ha inculcado la falsa idea de que la sexualidad es solo para gente joven y atractiva, pero la verdad es que las necesidades sexuales están presentes a lo largo de toda la vida.

Afortunadamente, hoy la ciencia cuenta con una serie de estudios y exámenes que nos permiten encontrar las causas de los problemas sexuales y a la vez contamos con diversos tratamientos que reestablecen la respuesta sexual tanto en el hombre como en la mujer, independientemente de la edad.

Gracias a estos abordajes hoy son muchas las personas de cincuenta, sesenta, setenta y más años, que logran rehacer su vida íntima. Se comprenderá la enorme alegría que sienten cuando después de tantos años, creyendo que no había nada que hacer, en unas cuantas consultas, logran ese sueño anhelado.

Siempre debemos recordar que la sexualidad es un deleite para todos.