Enfermedades Venéreas o Enfermedades de transmisión sexual
GENERALIDADES
¿Cómo ocurre el contagio?
Tabla de Contenidos
Aprenda acerca de la cadena de contagio de las enfermedades de transmisión sexual, las enfermedades venéreas representan un riesgo oculto ya que en muchas ocasiones no presentan síntomas. Aprenda a protegerse y reconocer los síntomas a tiempo.
DATOS GENERALES
¿Qué son las enfermedades venéreas?
Las enfermedades venéreas son enfermedades infecciosas que se transmiten principalmente a través del contacto sexual, atacan los órganos genitales y, en algunas ocasiones, también dañan otros órganos.
¿Cuál es la diferencia entre una enfermedad venérea y una enfermedad de transmisión sexual?
No hay ninguna diferencia. Ambos conceptos son sinónimos. El primero que se utilizó fue el de enfermedad venérea, y luego se acuñó el de enfermedad de transmisión sexual.
CAUSAS
¿Cuál es la causa de las enfermedades venéreas?
Las enfermedades venéreas son producidas por diferentes tipos de gérmenes, como bacterias, virus y parásitos, que en su mayoría son microscópicos.
CONTAGIO
¿Las enfermedades venéreas solo se transmiten por contacto sexual?
Estas enfermedades se transmiten principalmente por medio del contacto sexual, pero también algunas se contagian a través de agujas contaminadas, por transfusiones, o de la madre al niño a lo largo del embarazo o en el momento del parto.
¿Hay riesgo de contagio si en el acto sexual no se produjo la eyaculación?
El riesgo de contagio siempre está presente, incluso en ausencia de eyaculación, porque lo importante es el contacto.
Nunca he tenido relaciones sexuales con penetración y me diagnosticaron una enfermedad venérea. ¿Es posible?
El riesgo de contagio siempre está presente, aun en ausencia de penetración, porque muchas enfermedades venéreas se transmiten con el simple contacto entre los genitales.
¿Las enfermedades venéreas se pueden transmitir por la práctica del sexo oral?
Claro que sí. Las enfermedades venéreas se pueden transmitir por el contacto de la boca con los genitales. Sin embargo, la posibilidad de contagio es mucho menor que con una relación sexual.
¿Las enfermedades venéreas se pueden transmitir por las relaciones anales?
Claro que sí. Las enfermedades venéreas se pueden transmitir por el coito anal. En general, se considera que el riesgo es mayor, debido a las laceraciones que se provocan con la penetración anal.
¿Las enfermedades venéreas se pueden contagiar en piscinas o por usar prendas de otra persona?
Existen muchos mitos en torno a las formas de transmisión de las enfermedades venéreas. Seguidamente presentamos una serie de actividades que no representan riesgo de contagio pero que, por equívoco, causan un gran temor en las personas.
Las enfermedades venéreas no se transmiten en piscinas, gimnasios, servicios sanitarios o duchas, ni por alimentos o bebidas. Tampoco se transmiten en actividades deportivas.
No hay riesgo de contagio por visitar hospitales, asistir a reuniones o actividades con multitudes, compartir oficinas, aulas o medios de transporte como taxis, aviones y trenes, ni por tocar objetos como dinero o puertas. Tampoco se transmite por estornudos, tos o saliva.
Estas enfermedades no se transmiten por el uso de prendas ni ropa interior, por el contacto con los animales ni por tocar objetos contaminados con secreciones, ya sean asientos, vasos, cucharas, platos o máquinas, como las computadoras.
Su transmisión requiere de un acercamiento sexual. De manera que no se transmite por caricias, apretón de manos, abrazos, o en actividades artísticas como la danza o el baile.
FACTORES DE RIESGO
¿Cuáles situaciones aumentan la posibilidad de contraer una enfermedad venérea?
El riesgo se incrementa cuando la vida sexual se practica con:
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Varias personas a lo largo de la vida
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Personas desconocidas
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Personas con actividades sexuales riesgosas, como prostitutas o gigolos
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Personas de las que se desconoce su pasado sexual
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Personas con vida sexual previa
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Personas que presentan llagas, brotes o lesiones en sus genitales
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Mujeres que han sufrido de displasias en el cuello de la matriz
Me diagnosticaron varias enfermedades venéreas. ¿Habré contagiado a mi esposa?
Es lo más probable. Lo que procede es realizarle estudios completos. Solo en raras ocasiones, vemos casos en que la pareja no está infectada.
Mi esposo y yo nunca hemos tenido vida extramarital, y nos acaban de diagnosticar una enfermedad venérea. ¿Es posible?
En nuestra sociedad las personas suelen mantener vida sexual con varias parejas antes de casarse y que, como producto de esas relaciones, contraigan estas enfermedades, las cuales luego transmiten a su cónyuge. Es común que estas infecciones pasen inadvertidas por años. El diagnóstico se da mucho tiempo después de haberse producido el contagio y en muchos casos no hay manera de saber cuándo se infectó una persona.
Yo nunca he tenido relaciones sexuales con personas de riesgo, y me acaban de diagnosticar una enfermedad venérea. ¿Es posible?
Existe la falsa creencia generalizada de que solo son riesgosas las relaciones sexuales mantenidas con prostitutas o con personas de ambientes sexualmente explícitos, como las trabajadoras de clubes nocturnos. También se piensa que los profesionales, las personas que lucen saludables o que tienen una buena posición social, no son portadoras de enfermedades venéreas ni las transmiten. Esto es del todo falso. Las enfermedades atacan a toda la población sexualmente activa, y cuantas más parejas sexuales mayor es el riesgo.
Me diagnosticaron clamidia, herpes y papiloma. No entiendo cómo me pude contagiar de tantas enfermedades.
Los estudios demuestran que raramente una persona se infecta solo de una enfermedad venérea. Por lo general, en el momento en que se mantuvo la relación sexual infectante, se contraen a la vez varias infecciones.
Me diagnosticaron el virus del herpes, y el doctor me indicó exámenes para muchas otras enfermedades venéreas. ¿Por que?
Con frecuencia las infecciones venéreas son mixtas; es decir, un mismo individuo está infectado con varios gérmenes. Por eso es recomendable efectuar pruebas para detectar otras infecciones.
RIESGO OCULTO
¿Qué es el riesgo oculto?
Este concepto se viene utilizando para describir que el potencial infeccioso de estas enfermedades no suele ser evidente, incluso para el mismo paciente.
Aunque resulte extraño, el riesgo de infección no solo está presente por las relaciones sexuales que el paciente ha mantenido, sino también por las relaciones sexuales de las parejas del paciente a lo largo de su vida.
Por ejemplo, una mujer que en toda su vida solo ha tenido relaciones sexuales con su esposo, puede presentar una enfermedad venérea porque su esposo mantiene vida sexual extramarital o porque se infectó antes de casarse.
Si, como es común, esta mujer no se percata de que la han infectado y a los años se divorcia e inicia un vínculo sexual, puede infectar a su nueva pareja.
Este es precisamente el riesgo oculto, en el sentido de que el paciente solo puede saber si ha tenido relaciones riesgosas, pero no sabe si la vida sexual de sus parejas ha sido riesgosa y, lo más grave, por lo general queda oculto el riesgo asumido por las parejas de sus parejas.
CADENA DE CONTAGIO
¿Qué es la cadena de contagios?
Una cadena de contagios se refiere a que el tratamiento de una enfermedad venérea requiere medicar tanto al paciente como a sus parejas y a las parejas de sus parejas a lo largo del tiempo. Para explicar este concepto, es muy útil describir una situación clínica común en la consulta.
Un varón acude por molestias genitales y se le diagnostica la presencia, por ejemplo, de una gonorrea y del virus del papiloma. Este varón nos cuenta que, además de su esposa, mantiene vida sexual con otra mujer, que también es casada. Ante este panorama, se requiere dar tratamiento a cuatro personas:
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al varón que consulta y a su esposa
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a la otra mujer y a su respectivo esposo
Pero también hay que determinar si la esposa del paciente y el esposo de la segunda mujer del paciente, tienen otras parejas. Si el esposo mantiene relaciones con otras mujeres, estas probablemente también estarán infectadas y necesitan tratamiento.
El asunto se complica más si estas otras mujeres mantienen relaciones con otras personas, porque también hay que protegerlas con el tratamiento.
Ahora bien, si solo se trata a unos cuantos de esta cadena y la vida sexual se mantiene, ocurre el fenómeno del ping-pong, el cual consiste en que, al tratar a unos y no a todos, el paciente tratado se reinfecta al mantener relaciones sexuales con la persona no tratada y, a su vez, infecta a sus otras parejas.
Esta situación es muy frecuente, y es la causa más común de los fracasos en el tratamiento. Entonces, cuando enfrentamos infecciones que no ceden, que ceden parcialmente o ceden por un tiempo y vuelven a aparecer, es momento de hablar de manera clara y abierta y por aparte con cada uno de los miembros de la pareja, para determinar la presencia de otras parejas sexuales que están conformando una cadena de contagios.
Desde luego estas situaciones son sumamente delicadas, y muchas veces los pacientes no son sinceros y exponen a sus parejas a los grandes riesgos que encierran las enfermedades venéreas.
SINTOMAS
¿Es cierto que en algunos casos no se presentan síntomas?
Lamentablemente, muchas personas no experimentan síntomas, y la enfermedad avanza porque el paciente no recibe tratamiento; además contagia, sin saberlo, a las personas con quienes mantiene vida sexual.
¿Las enfermedades que no muestran síntomas son graves?
Claro que sí. Una persona puede tener infecciones tan serias como el sida y estar perfectamente sana, sin dar indicios de ninguna afección, mientras el virus destroza de manera paulatina las defensas de su organismo. El virus del papiloma puede pasar silente durante veinte o más años, y provocar un cáncer en el cuello del útero sin que la mujer haya experimentado molestia alguna. Infecciones como las causadas por la clamidia no dan molestias, y al cabo del tiempo pueden ocasionar cuadros de esterilidad.
¿Cuáles son los síntomas más característicos de las enfermedades venéreas?
Como hemos indicado, las enfermedades venéreas muchas veces no producen molestias o estas aparecen en etapas tardías. Sin embargo, la presencia de alguno de los siguientes síntomas es razón suficiente para consultar:
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Ardor al orinar
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Orinar a cada rato
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Secreción por el caño de la orina
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Flujo vaginal de mal olor
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Flujo vaginal verde, amarillo o grisáceo
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Picazón en los genitales
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Ardor en los genitales
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Orina de color oscuro
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Fuerte olor en la orina
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Brotes en los genitales, como vejigas, vesículas, espinillas o mezquinos
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Fisuras o rajaditas en los genitales
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Picazón, ardor, brotes o fisuras, molestias urinarias después del acto sexual
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Picazón, ardor, brotes o fisuras antes de la menstruación o después de esta
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Dolor con las relaciones sexuales
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Tinte amarillento en la piel
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Úlceras o granos en los genitales
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Abultamientos o nódulos en la ingle
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Sangre o pus en el semen o en la orina
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Sangrado después de las relaciones sexuales
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Picazón o ardor en el vello púbico
PREVENCION
¿Sirve realmente el preservativo para prevenir las enfermedades venéreas?
En términos generales, es altamente efectivo. No obstante, es común que el preservativo se use de manera errónea, y esto expone al riesgo de contagio. Además, la protección no es absoluta; siempre existen casos en que, a pesar del uso correcto del preservativo, la enfermedad se transmite.
Así mismo, el condón es menos efectivo en enfermedades que producen lesiones contagiosas en áreas que este no cubre. Tal es el caso del virus del papiloma y el del herpes, de la sífilis, el chancroide, el linfogranuloma venéreo y el piojillo, entre otras.
¿Cómo se puede prevenir el contagio?
Toda persona con vida sexual se expone al riesgo de adquirir estas infecciones. Afortunadamente, existen medidas que disminuyen de manera considerable el riesgo de contagio. Entre ellas se destacan:
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Evitar las relaciones sexuales con personas de riesgo, como prostitutas.
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Evitar las relaciones sexuales con desconocidos o bajo el efecto de alguna droga.
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Utilizar el preservativo de manera estricta, correcta y constante.
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Consultar ante la presencia de cualquier molestia genital.
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Evitar las relaciones sexuales cuando se sufre de molestias genitales.
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Realizarse chequeos periódicos si se mantiene una relación sexual con una pareja no habitual.
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Ante el diagnóstico de una enfermedad venérea, avisar a las personas con quienes mantuvo vida sexual durante el periodo que el médico señale.
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Efectuarse chequeos cuando se cambia de pareja sexual, o bien, cuando se conoce que la pareja habitual ha tenido relaciones sexuales con una tercera persona.
¿Por qué si las enfermedades venéreas se pueden prevenir son tan frecuentes?
Las enfermedades venéreas son muy difíciles de prevenir por muchas razones, entre ellas las siguientes:
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Es frecuente que no den síntomas, por lo cual las personas no reciben tratamiento y, sin saberlo, infectan a sus parejas.
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El preservativo es un método muy efectivo, pero es común que se utilice incorrectamente.
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Algunas enfermedades se transmiten aun con el uso correcto del preservativo.
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Existe la creencia de que las enfermedades venéreas son exclusivas de prostitutas y homosexuales, y por ello muchos no aplican medidas preventivas.
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Muchas personas no consultan porque sienten vergüenza y temor.
Si una persona tuvo una enfermedad venérea, ¿se puede volver a infectar?
Las enfermedades venéreas no producen inmunidad ni protección posterior, a excepción de algunos tipos de hepatitis B. De manera que una persona puede padecer una misma enfermedad varias veces en la vida.
Solo en algunas ocasiones la hepatitis B puede provocar inmunidad, y el individuo queda protegido de por vida de un nuevo contagio.
¿Existen vacunas para evitar el contagio?
A la fecha solo se han diseñado dos vacunas: una para la hepatitis B y otra para el virus del papiloma. Estas vacunas protegen de manera considerable, pero no son totalmente efectivas. Por lo tanto, las medidas preventivas siguen siendo fundamentales para evitar una infección.
Si las enfermedades venéreas muchas veces no dan síntomas, ¿cómo puedo saber si me he contagiado?
La única manera es acudiendo al médico para que indique los exámenes respectivos.
¿Qué hacer cuando nos diagnostican una enfermedad venérea?
Es muy importante recordar que el diagnóstico es la primera parte de todo un proceso requerido para la curación o para el control de una enfermedad venérea. Así, es fundamental:
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Comenzar de inmediato el tratamiento.
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Tomar los medicamentos durante el tiempo indicado, aun cuando los síntomas hayan cedido.
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Seguir al pie de la letra los consejos del médico.
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Informar a todas sus parejas sexuales recientes e insistir en que vayan al médico.
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Evitar la actividad sexual mientras se encuentra en tratamiento por la enfermedad venérea.
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Hacerse pruebas de seguimiento, para asegurarse de que la enfermedad se ha tratado exitosamente.