CON LA CUARENTENA ME DEJÓ DE GUSTAR LA PORNOGRAFÍA
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Soy un hombre divorciado de 36 años. La cuarentena me agarró en la peor situación. Mi esposa me dejó hace seis meses y nos divorciamos hace ya casi cuatro meses. Emocionalmente me ha costado mucho superarlo. No tengo pareja, ni quiero por ahora, así que en estos días de aislamiento comencé a ver “porno”. Al inicio me resultó muy excitante, pero ahora no me hace gracia.
Los expertos vaticinaron que el material gráfico sexualmente explícito, conocido como pornografía, iba a ser un recurso muy utilizado durante la cuarentena sobre todo en los países que tendrían que lidiar con confinamientos estrictos.
Las estadísticas internacionales confirmaron esos pronósticos y las cifras revelan un franco incremento en el número de visitas a estas “páginas de adultos”. En algunas comunidades el aumento superó el 60%.
Recordemos que, con el advenimiento de internet, la pornografía dejó de ser un asunto de unos pocos para convertirse en un recurso cada vez más utilizado por los grandes grupos poblacionales. La facilidad con que se puede visitar estos sitios, permite la privacidad que muchos requieren y por ende propician su acceso.
Contrario a lo que se piensa, la inmensa mayoría de las personas no genera adicción o apego a la pornografía, sino más bien lo contrario, después de varias horas de exposición a este material se genera una sensación de saciedad, las escenas dejan de ser excitantes, “pierden la gracia”. Esta es una reacción que dura usualmente varias semanas.
Esta es la razón por la que los sitios “porno” tratan de variar constantemente la temática de sus videos, muchas veces sin éxito en el sentido que, en general se produce esa saciedad descrita en la mayoría de las personas. Esto es una reacción descrita y es considerada totalmente normal.