CON 47 AÑOS NO HE TENIDO RELACIONES
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Soy una mujer soltera de 47 años. En mi casa éramos tres hermanas y ellas se casaron y a mí me tocó cuidar a mis papás que ya eran mayores. Yo lo hice con gusto, pero me privé de tener una vida normal como todo mundo. Hace dos años murió papá y mamá hace tres meses. Yo me acostumbré a vivir con ellos y me hacen mucha falta. Ahora me siento sola y no sé qué tengo que hacer para encontrar un novio o una pareja a esta edad.
Esta es una situación muy dolorosa que desdichadamente se ha vuelto relativamente frecuente en nuestra cultura. Hijos que evaden la responsabilidad de velar por sus padres ya mayores y delegan el cuidado total a un solo miembro de la familia, quien, en el nombre del amor filial, lidia con la carga total, perdiendo la oportunidad de desarrollar su propia vida.
Cuando el tiempo marca el deceso de los padres, es común que ese hijo se encuentre en la cuarta o quinta década de la vida, momento en el que es algo más difícil iniciar su propio proyecto de vida.
Debido a las arduas faenas de cuido, muchos se privaron de tener pareja, de salir a divertirse, de capacitarse laboralmente y hasta de tener amigos. Durante años su mundo se limitó al entorno de los padres, descuidando y sacrificando sus propias necesidades.
Por estas personas deben “abrir mundos”, incrustarse nuevamente en el medio social, ya sea que busquen un trabajo, que se capaciten en cursos de idiomas, computo, o en actividades recreativas como talleres de artesanía, clases de baile, ambientes donde van a conocer gente y en una que va y otro que viene, aparece el amor.
A veces con esto es más que suficiente para “echar a andar la vida”, sin embargo, en otras ocasiones con esto no basta y es necesario buscar ayuda profesional para salir adelante.