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YA NI ME HACE FALTA

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YA NI ME HACE FALTA

Soy una mujer casada de 34 años. Mi esposo y yo fuimos muy activos sexualmente. Cuando nació la menor, las relaciones bajaron un poco, y con el tiempo casi no tenemos vida sexual. Tal vez resulte raro, pero nos llevamos muy bien, él es cariñoso, yo “chineadora”, ambos somos muy caseros y nos queremos mucho, pero en lo sexual nada de nada. Nunca hablamos del tema, aunque creo que a los dos nos resulta raro, pero ya ni me hace falta el sexo.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Uno de los grandes errores que tienen algunas parejas cuando enfrentan un problema sexual, es que le restan importancia, se acostumbran a vivir con el problema, o se resignan a una vida al margen de la sexualidad. Por razones muy complejas no optan por buscar ayuda profesional y es común que además eviten conversar sobre el tema, así, ambos saben lo que está pasando, pero reina el silencio.

Para sorpresa, con frecuencia estos matrimonios no se separan, ya que el vínculo se mantiene porque hay otras áreas de la relación que los mantiene unidos, sean los hijos, un proyecto laboral, o porque se profesan un cariño genuino.

Aun cuando para muchas de estas parejas la vida es grata, siempre “queda la espinita” de que podría ser mejor si se disfrutara la sexualidad, sin embargo, hay una especie de inercia que les impide consultar, como que ambos ya aceptaron vivir con una sexualidad ensombrecida, y no “hacen como” buscar esa ayuda profesional que les permitiría salir adelante.

En estas condiciones el futuro es predecible, están aquellas parejas que envejecerán juntos, queriéndose, pero sin sexo, o con un sexo debilitado, otras sucumbirán a la infidelidad sea porque él o ella, buscan afuera lo que no encuentran dentro de la relación, algunas, a la larga se separan ante la negativa del otro por resolver el problema y están los que por mil razones se llenan de valor y consultan.

Estos, son los que precisamente las que más se lamentan de no haber consultado antes, ya que la gran mayoría, tanto él como ella, recuperan la sexualidad perdida y hacen del deleite sexual algo cotidiano.  

 

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