Antes, en nuestro país, se manejaba un enorme temor cuando el año finalizaba porque se creía que el mundo se iba a acabar el 31 de diciembre a las 12 de la noche. Por eso, en las fiestas de fin de año, las personas se visitaban, se daban muestras efusivas de afecto, se saldaban diferencias, reinaba el perdón y las reconciliaciones,  e incluso surgían los amores casuales; todo esto porque se temía que ocurriera una catástrofe al dar las 12 campanadas.

Por esa misma razón, la gente se reunía en las casas, en las plazas, en las calles, en los parques y sobre todo en la avenida central, para esperar el año nuevo acompañados, en caso que pasara algo y además para despedirse de los seres queridos.  El conteo final del año, esa cuenta regresiva, que José Ángel Vásquez ha inmortalizado en Radio Reloj, generaba mucha ansiedad y angustia y, desde luego, una enorme alegría cuando al dar las 12 de la noche, el mundo no se acababa y la vida seguía como siempre.

ESTO ES PARTE DEL SEXO QUE HIZO HISTORIA.