BOLETIN DE SALUD MENTAL
Un servicio de Mentalsanitas ®
Director: Dr. Winston Villamar, Ph. D.
Marzo de 2009

¿De qué manera se produce la reivindicación en la salud mental?

Las reivindicaciones sociales son ideológicas, las del individuo serán siempre parte de su salud mental, independientemente que se produzcan como política de Estado o como acción que parta del individuo. Cuando hablamos de reivindicación en salud mental nos referimos a la recuperación de nuestra expresión en libertad que no perturba la realización personal dentro de una coherencia armónica.

No hay persona que no lo intente, cada una en su estilo. Se dan casos como el del portugués Fernando Pesoa, quien (por medio de Bernardo Soares) expresa, en esa búsqueda de su reivindicación personal: "¿Qué hay en lo que alguien confiesa, que valga o que sirva? Lo que nos ocurrió, o bien les ocurrió a todos o sólo a nosotros; en el primer caso, nunca será novedoso, en el segundo, siempre será incomprensible". Él escoge la ironía dentro del laberinto de las palabras. Otros, o mejor dicho, cada uno de los demás, o cada uno de nosotros, la vía que nos puede parecer la más adecuada (¿Por esto será que la locura del enfermo mental es la lucidez de su entendimiento de ser en este mundo?). En todo caso, tres preguntas se generan para los interesados en su salud mental, considerando el tema de la reivindicación.

Estas son:

La primera, ¿qué es la reivindicación para "mí"?
La segunda, ¿de qué necesito reivindicarme?
La tercera, ¿cómo realizar mi reivindicación?

Para la primera interrogante, tendríamos que considerar su equivalente: ¿Qué significa la libertad para la persona? Para algunos la pregunta puede parecer ociosa, pues están "contentos" o "infelices", pero dentro de una indiferencia reactiva. Para estos, de todas maneras, su reivindicación se revela en función de cumplir su ciclo vital, y no más.

Para la segunda inquietud, la respuesta derivará de la antítesis de libertad, que no es solamente la esclavitud ante algo que nos arrastra hacia la insanidad de nuestra mente, sino también para lo que nos impide crecer en la alegría de la realización personal.

Finalmente, si uno aceptara que necesita reivindicarse en su libertad para vivir con la plenitud de su circunstancialidad, la cuestión final sería el indagar la manera para realizar tal reivindicación. Esta, desde mi punto de vista, vendría por medio de la incondicionalidad para vivir responsablemente las propias opciones, sin la paranoia del miedo. De esta manera se aplicaría la ley contraria a la entropía, la que podemos llamar la ley del crecimiento integral: Mientras más incondicional, menos temo, porque ejerzo mi derecho a vivir en función de que el otro (que a veces soy yo mismo) confíe en mí. De aquí se derivan tres mini-paradigmas:

1. Al vivir incondicionalmente para mí descubro mejor mis opciones para ser libre.
2. Esta incondicionalidad conmigo mismo, producirá en mí una visión armónica de mi realidad con todas sus limitaciones y oportunidades.
3. Si transmito tal actitud ante el otro, descubriré mi capacidad de riesgo, no como solamente posibilidad de pérdida sino también como de ganancia, en lo que quiero ser como persona.

Ante esta breve exposición, la pregunta que se da por su obviedad ante un espíritu sensible sería: ¿Debo animarme a buscar la reivindicación en mi salud mental?
Atentamente,
Dr. Winston Villamar.

Un pensamiento:

"Si todo el esfuerzo que se ha hecho por la reivindicación social se lo hubiera hecho más bien para la del individuo, creo que la primera estuviera ahora en un nivel de desarrollo superior"

SECCIÓN PREGUNTAS
La invitación es a enviar sus preguntas, una por vez, en no más de dos líneas. De los lectores que nos escriben, ponemos solamente sus iniciales, en función de la privacidad.

En relación al boletín anterior ("¿Cómo debería considerarse el aburrimiento en la salud mental?), hemos recibido la siguiente consulta de parte de R. V. A.:
"Mi pregunta al tema del "aburrimiento", seria: ¿Cómo diferencia el aburrimiento de la depresión?, ya que a veces este aparece como señal de la depresión y en ocasiones la suelen señalar como un síntoma de la misma por la ausencia de desgano de vivir".

Respuesta: El aburrimiento, como lo hemos definido, puede estar en cuatro instancias:

1. Como parte de un cuadro psiquiátrico llamado depresión, entidad clínica menos común de lo que algunos sugieren, ya que para un diagnóstico clínico de "depresión" se integran una serie de elementos que demandarían un estudio completo de las manifestaciones de la persona.
2. Como parte de reacciones depresivas, cuadro mucho más común, cuando se producen situaciones donde la frustración se mantiene y la capacidad de resiliencia es sobrepasada.
3. Como estilo de vida, que es lo más común y aprovechado ingentemente por el consumismo e hiperconsumismo mercantilista.
4. Como reacción accidental ante una situación que finalmente no deja huellas en el estado emocional, como ante un espectáculo que a la persona no le llega a interesar.

REVISION DE OBRAS
Justamente de Fernando Pesoa (1.888-1.935), dentro de su vasta obra inédita, recomendamos "El libro del desasosiego", con la sugerencia de leerlo no desde la perspectiva literaria solamente ni en la búsqueda de mensajes para una filosofía de la vida, sino tratando de encontrar a la persona que escribe, quien con cierto paralelismo con Kafka, aparentemente no encontró la realización integral pero la buscó en la imaginación de una forma de vivir que solamente él (como el autor de Metamorfosis) trataba de entender: arriesgándose a encontrarse a sí mismo, entre la duda y la vacilación. Posiblemente esto podría ayudarle a una retroalimentación para su propio método de buscar su reivindicación como persona mentalmente sana.

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